Gibraltar rechaza el mandato negociador de la UE en torno a esta colonia británica en el sur de España porque entiende que dejaría el control de sus fronteras en puerto y aeropuerto en manos de las autoridades españolas, no de agentes europeos de Frontex como se determinó en el principio de acuerdo alcanzado el pasado 31 de diciembre.

Fuentes próximas al Gobierno de Gibraltar indicaron a Efe que uno de los puntos claves de la negociación de aquel principio de acuerdo entre España y el Reino Unido, con Gibraltar, alcanzado horas antes de la entrada en vigor del Brexit, fue que la verja que separa la colonia y España sería derribada y sólo se establecerían controles en su puerto y su aeropuerto, como si el Peñón fuera espacio Schengen.

Entonces se determinó que España, que sí forma parte de Schengen, sería la "responsable última y la garante" de la aplicación de Schengen en Gibraltar, ya que el Reino Unido no forma parte de este espacio de libre tránsito, y que durante un periodo de transición de cuatro años para crear un marco de confianza agentes de la agencia europea Frontex asistirán a esos controles.

Ya entonces hubo polémica sobre si agentes españoles formarían parte en algún momento de estos controles, algo que Gibraltar y el Reino Unido rechazan frontalmente.

Aquel acuerdo debía ser consolidado en un plazo de seis meses en un tratado de la Unión Europea (UE), que publicó este martes su proyecto de mandato para esta negociación.

Y en este proyecto, según esas fuentes, no se recoge que Frontex estará al cargo de estas fronteras. El texto señala: "Para garantizar la plena protección del espacio Schengen, el control y la vigilancia de las fronteras exteriores se realizarían en el puerto, el aeropuerto y las aguas de Gibraltar y correrían a cargo de España".

"Los guardias de fronteras españoles tendrían todas las competencias necesarias para llevar a cabo los controles", añade el documento de la UE.

Las fuentes gibraltareñas explican que sólo en la nota de prensa difundida para explicar este mandato la UE hace referencia a que en el control de estas fronteras "en circunstancias en las que sea necesario un mayor apoyo técnico y operativo, cualquier Estado miembro, incluida España, podrá solicitar la asistencia de Frontex".

Según estas fuentes, que esta cuestión central no estuviera incluido en el texto del borrador de mandato va en contra de lo que se acordó en diciembre, tras "arduas" negociaciones para alcanzar una fórmula que fuera aceptada por todas las partes en una de las cuestiones más espinosas ya que, de alguna forma, toca la discusión sobre la soberanía de la colonia británica.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tiene previsto reunirse este miércoles en Londres con su homólogo británico, Dominic Raab, tras estas quejas.

España acogió de forma favorable la propuesta de la Comisión Europea, que deberá ser aprobada por el Consejo de la UE, mientras que el Reino Unido advirtió de que "busca socavar la soberanía del Reino Unido sobre Gibraltar" y, por ello, "no puede formar la base de las negociaciones".