Las palabras del presidente del PPPablo Casado, afirmando en Mallorca que en las islas Baleares no se habla catalán sino "mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés" le han valido numerosas críticas desde distintas formaciones de signo ideológico diverso en las islas y fuera de ellas.

El diputado socialista mallorquín en el Congreso Pere Joan Pons ha afirmado: "La postverdad en el terreno imaginario de un expresidente que pasó de la gaviota a la mandarina y que sacó a la calle a más de 100.000 personas en Baleares. Un crack!!!!", en referencia a la posición del expresidente balear José Ramón Bauzà que también cuestionó la unidad de la lengua catalana.

Miquel Àngel Marià, vicepresidente del Consell de Menorca, ha afirmado, indignado: "Dado que aquí somos una pandilla de indígenas insulares ignorantes, tiene que venir un señor de Madriz [sic] para decirnos cómo hablamos y quién somos. No fuera que alguien tuviera la soberbia de creerse que somos un pueblo digno y tal". La Obra Cultural Balear ha tuiteado: "No aceptaremos que nadie, y menos desde Madrid, ataque nuestra lengua. Pedimos a Pablo Casado que rectifique y deje de atacar la lengua catalana"

Incluso desde posiciones centristas como las del PI (Proposta per les Illes), su dirigente Tolo Gil ha afirmado que "atacar la unidad de la lengua es atacar a sus modalidades y a la legalidad vigente del Estatut".

Las respuestas sarcásticas también han llegado desde diversos ámbitos de Cataluña y otros territorios. "Hay una forma simple de saber si en Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera, Catalunya, el País Valencià, Catalunya Nord, la Franja, Andorra y el Alguer se habla la misma lengua. Vas y dices: 'Pablo Casado es más malo que la tiña". Si te entienden, es la misma lengua", zanja el escritor de Perpinyà Joan-Lluís Lluís.