La reunión entre Pablo Casado y los barones territoriales se convirtió en el último episodio de la agónica crisis interna del PP. Y tras dos rondas de intervenciones y varias horas de cónclave llegó el acuerdo a través de un comunicado oficial en el que se concretó que Casado seguirá al frente del partido hasta el congreso extraordinario de los días 2 y 3 de abril. Se compromete de esta manera a abandonar la dirección de los populares a partir de ese cónclave, que dará paso a una nueva etapa para la que todo el partido mira a Alberto Núñez Feijóo. El pacto incluye el nombramiento de Cuca Gamarra como coordinadora general del partido hasta que se celebre el congreso y la propuesta de Esteban González Pons para que sea el presidente del Comité Organizador del Congreso.

El acuerdo fue posible porque las dos partes (los barones que exigían la dimisión inmediata y Casado, que se resistía) cedieron. El todavía líder del PP garantiza que no se presentará a ese congreso y allana la candidatura de unidad en torno al presidente de la Xunta. Fuentes del entorno de Casado aseguran que "le ha pedido personalmente" a Feijóo que dé el paso.

El comunicado no fue fácil de alumbrar y sólo se consiguió después de la presión de los barones territoriales para que asegurara que dimitiría. Hasta el punto, como publicó El Periódico de España, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, que algunos de los dirigentes pidieron la renuncia por escrito. Al final, el texto consensuado pone negro sobre blanco que esa dimisión, aunque en diferido, se producirá en unas semanas.

Reunión agónica

Durante su intervención con los barones, Casado llegó a defender "no estar entendiendo nada de lo que pasaba", ni los motivos que han terminado por empujarle a esta situación. Los barones pensaban que en un par de horas la dimisión de Casado sería ya oficial. Con el paso de las horas iban reconociendo que "tardaría más de lo previsto" y dieron paso a una segunda ronda de intervenciones que, según fuentes de toda solvencia, "duró más que la primera".

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Los barones del PP llegan a la sede de Génova José Luis Roca

Las mismas fuentes recalcaron su sorpresa por las palabras expresadas por Casado, considerando que "fácilmente podría comprobar lo que sucede sólo con darse una vuelta por la calle" para conocer el grado de animadversión que produce, o preguntar directamente a las bases del PP. En los últimos días la presión interna para que se marchara no ha podido ser mayor. El presidente de la Xunta confirmó en su turno de palabra al resto de dirigentes territoriales su "disposición" a presentarse al congreso extraordinario.

Fuerza a esperar

Todos los barones territoriales coincídian con la misma premisa: Casado debía abandonar cuanto antes la presidencia y dar paso a la nueva etapa que liderará Feijóo. No hubo ni una sola fisura pública. Con mayor o menor contundencia, los dirigentes territoriales exigieron decisiones contundentes tras la reunión de seis horas que han mantenido desde las ocho de la tarde todos ellos en Génova.

La única gran ausente ha sido Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que al no liderar el PP madrileño, no fue invitada. En su lugar fue Pío García Escudero, al frente del partido desde la marcha de Cristina Cifuentes sin un congreso mediante.

“Cuando digo que Feijóo dé un paso significa que Casado lo dé al lado”, dijo a la entrada del cónclave el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, otra de las apuestas del actual líder popular para las elecciones vascas. A continuación llegaba el líder del PP de Castilla La-Mancha, Paco Núñez, que también fue muy claro: “Hay que tomar medidas drásticas. Yo nunca he escondido que Feijóo es un referente para el partido. Los vamos a escuchar a los dos”.

También Alfonso Fernández-Mañueco, presidente de Castilla y León, que en estos momentos negocia su futuro gobierno: “Necesitamos un congreso lo más rápido posible y que sea de unidad. Si hay algo en lo que coincidimos cargos públicos y los afiliados del PP es en que Feijóo es un referente para todos”, zanjó.

Mañueco pide un congreso "rápido y de unidad"

Mañueco pide un congreso "rápido y de unidad" Agencia ATLAS | Foto: José Luis Roca

Carlos Mazón, líder de la Comunidad Valenciana y cercano a Egea que también lleva dos días pidiendo congreso extraordinario, aseguró que "hoy es el día de la unidad, de trabajar todos juntos y abrir una nueva etapa". Casi todos los presidentes regionales que se pronunciaron fueron en la misma línea. Uno de los que más tarde llegó, el andaluz Juanma Moreno Bonilla, también recalcó “la enorme experiencia política y de gestión” de Feijóo, “y una muy buena repetición”. Tras poner el acento en “el enorme problema que tiene ahora mismo el PP”, también quiso dar aire a Casado, reconociendo su derecho a “darle su tiempo” porque “ha estado tres años luchando por el partido”.

Moreno quiso dejar claro que “la solución es colectiva” y “no depende solo de un nombre”, aunque reiteró de nuevo la necesidad de “reforzar” ya las siglas populares. La postura de Moreno Bonilla, como publicó este periódico, también va en línea con el punto de vista de la órbita de dirigentes que en este momento va cogiendo las riendas de la formación, convencidos de que “no hay que ensañarse” con la marcha de Casado y que lo idóneo sería pactar una salida buena para el actual presidente esta misma noche.

Fernando López Miras, el presidente de Murcia y el último en llegar por culpa de su agenda en el Parlamento murciano, dejó claro que "la situación no es agradable para nadie y requiere una solución rápida, que parta del consenso y la unidad". Y despejó la duda, como hizo el día anterior: "La solución es Feijóo".

López Miras, a su llegada a Génova: "La solución es Feijóo"

López Miras, a su llegada a Génova: "La solución es Feijóo" Agencia ATLAS | Foto: EP

Soledad total en horas

Como ya adelantó El Periódico de España el pasado viernes, tras la polémica crisis interna desatada entre la dirección nacional y la presidenta de la Comunidad, distintos territorios empezaron a organizarse con el objetivo no ya de provocar el cese de Teodoro García Egea (que acabó dimitiendo este martes) sino con la intención de echar a Casado.

Ese movimiento prendió la mecha en todo el partido en pocas horas y todo fue a más el fin de semana. Casado y García Egea empezaron a contar apoyos entre los presidentes provinciales, contando también con una mayoría del grupo parlamentario en el Congreso. El domingo, la manifestación en apoyo a Ayuso congregó a 3.000 personas a las puertas de Génova constatando un sentimiento que venían advirtiendo los distintos dirigentes en sus respectivos territorios: la militancia y los cargos públicos exigían la marcha de Casado inmediata para reflotar el partido.

La puntilla fue el comité de dirección del lunes y el rechazo total de los diputados en el Congreso a la continuidad de Casado este martes, con un comunicado que no dejaba dudas. Egea dimitió y el presidente del partido quiso asistir desde su cargo a la reunión de este miércoles. Será difícil mantenerlo cuando acabe.