Sin presencia alguna de autoridades asturianas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha realizado este mediodía una visita al Acuartelamiento Cabo Noval, emplazado en Siero, donde se interesó por las necesidades de las instalaciones y se le explicaron, de manera muy vistosa, algunos de los servicios prestados por los militares de la región.

Ni la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ni el presidente regional, Adrián Barbón, ni ninguno de los miembros del Gobierno autonómico arroparon la visita de la ministra del Ejecutivo de Pedro Sánchez más cuestionada de las últimas semanas a cuenta de la crisis del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de las acometidas de los independentistas catalanes.

El Principado asegura que no ha habido ningún plantón a la ministra, alegando para ello tres cuestiones. "En primer lugar, era un acto estrictamente castrense. En segundo lugar, ya teníamos otras cuestiones en la agenda comprometidas. Y, por último, no fuimos invitados a asistir", afirman fuentes regionales. Si bien, es más que frecuente la presencia de Adrián Barbón en actos del Ejército en Asturias, institución a la que ha mostrado especial cariño y respeto. La portavoz del Ejecutivo autonómico, Melania Álvarez, aseguró por su parte este mediodía que la ausencia de los miembros del Gobierno del Principado obedece a "una cuestión de encuadre o encaje de agendas".

En la misma línea, desde la Delegación del Gobierno se aclaró que Delia Losa no acudió por coincidir con los actos del 178º. aniversario de la Guardia Civil y por ser considerada la visita de trabajo y no institucional.

Margarita Robles sí habló, en cambio, con el soldado Borja Barbón, hermano del presidente regional, unos de los músicos del cuartel que toca la gaita y que durante la pandemia de covid-19 ejerció como rastreador.

La visita de la ministra de Defensa Margarita Robles al cuartel de Cabo Noval. Luisma Murias

La ministra se ha mostrado muy afable y dialogante con los altos mandos y los efectivos del cuartel. Sin embargo, vino y se fue con la clarísima idea de no hacer declaraciones a los periodistas convocados al acto. Sí se enteró de que al cuartel contará con un nuevo edificio en un plazo aproximado de dos años. “Hemos crecido en personal y en material, pero no en infraestructuras”, le explicó la máxima autoridad de la unidad militar, Pedro Luis Gutiérrez Alcalá, coronel jefe del Regimiento Príncipe número 3.

Ataviada con parca clara y pantalones negros, Margarita Robles llegó a Cabo Noval acompañada por Amador Enseñat y Berea, Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra. No mostró mayor inconveniente en hacerse fotos con muchos hombres y pocas mujeres. Conoció de primera mano la formación que los efectivos de Cabo Noval facilitan a colegas de toda España para que todos los militares que participan en acciones de combate estén capacitados para atender a los compañeros que resulten heridos. “Los estudios dicen que si no se hace algo en los tres o cuatro primeros minutos, muchas lesiones pueden ser fatales”, señaló Duarte Serrano, médico del SAMU y reservista del Ejército que lidera el proceso formativo. El simulacro de ataque a un camión que realizaron los militares de Cabo Noval resultó muy ilustrativo y fue, junto a las ausencias institucionales, lo más destacado de la presencia de la ministra Robles en la Asturias en la que tiene parte de sus raíces y sobre la que deberá adoptar decisiones relevantes, como la referida a los terrenos de la fábrica de armas de La Vega, en Oviedo.