La investigación oficial -que no la oficiosa- que termina con Sandro Rosell a la cárcel se inició en 2015, cuando el FBI de Estados Unidos remitió a España una comisión rogatoria en la que reclamaba información para investigar el caso conocido como ‘Fifa Gate’, una causa abierta contra la corrupción en el fútbol internacional. Las pesquisas pretendían aclarar, principalmente, la actuación de la filial de Mediapro, US Imagina, que en 2018 acabó declarándose culpable por la participación de dos de sus ejecutivos en un esquema de sobornos que buscaba hacerse con los derechos audiovisuales de partidos clasificatorios a los mundiales de 2018 y 2022. Esta empresa audiovisual se comprometió a pagar una multa de 19,7 millones de euros.

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Pero la citada comisión rogatoria iba más allá. También pretendía aclarar supuestos movimientos de dinero realizados por el expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, sobre los que el FBI aportaba información a España. Entre los responsables estadounidenses de esta investigación inicial, según consta en los documentos a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, medio que pertenece al mismo grupo editorial, Prensa Ibérica, que este diario, se encontraba el agente del FBI Marc L. Varri, un contacto habitual de José Manuel Villarejo -cuyo nombre aparece de forma recurrente en las agendas del comisario y en las que daba cuenta de sus grabaciones-. En concreto, Varri fue el responsable de los registros de la sede en Barcelona de Imagina Group, tal y como consta en un oficio policial, al que también ha tenido acceso esta redacción.

Investigación secreta

Y esta documentación aportada por el FBI fue la que sirvió de base para que la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía investigaran en secreto durante casi dos años las cuentas de Rosell en el caso bautizado ya como Rimet, en referencia a Jules Rimet, el tercer presidente de la FIFA que dio nombre al trofeo que se entregaba a los campeones del Mundial de fútbol hasta 1970, año en el que tras ganar Brasil tres campeonatos pasó a ser propiedad de su federación.

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La relación de Villarejo con Marc Varri, según se desprende de los diarios del comisario, se centra especialmente en el empresario catalán José María Clemente Marcet, un estrecho colaborador del comisario, con quien habría realizado negocios en la República Dominicana. De hecho, en varias ocasiones el ex mando policial mantiene encuentros con Varri, que como agente del FBI trataba de captar a Clemente Marcet, quien supuestamente alardeaba de sus contactos con miembros de la Familia Real de Arabia Saudí. Precisamente, el FBI se dirigió a Villarejo para contactar con su socio, al que reclamaba un juzgado de Miami por su implicación en un caso blanqueo de capitales del tráfico de drogas.

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"Montarán una consultoría"

Una de las últimas alusiones a Marc L. Varri que aparecen en las agendas de Villarejo dan una muestra de la confianza que llega a tener este agente del FBI con el polémico comisario, que el 29 de marzo de 2016 escribe: "Se va a hacer un análisis en breve. Le propuse viajar este mismo mes a Miami. Se marcha en 18 meses y montarán una consultoría".

Precisamente, el papel de Varri fue muy relevante en el juicio en el que fue exonerado Sandro Rosell, ya que rechazó comparecer como testigo, pues había sido propuesto como tal por la defensa letrada del expresidente del FC Barcelona.