Después de escuchar el discurso de una hora de duración de Pedro Sánchez en el pleno monográfico sobre el espionaje, la oposición se ha revuelto ante la falta de información del presidente del Gobierno. Desde el PP hasta Junts han denunciado el intento de escapismo del jefe del Ejecutivo tras conocerse que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) espió a 18 dirigentes independentistas, entre ellos el 'president', Pere Aragonès. "¿Qué amenaza representaba? ¿Por qué espiaron al actual presidente de la Generalitat? ¿Por qué, oh, casualidad, mientras ERC negociaba con ustedes una investidura? ¿Y qué paso con esa información? Porque ninguno de ellos [de los 18] acabó en la cárcel. ¿Qué hicieron con esa información?", ha lanzado Gabriel Rufián (ERC). "España huele a cerrado", ha lamentado.

Al finalizar el debate en el Congreso, que ha durado cinco horas, fuentes de la dirección de los republicanos en Madrid han asegurado que "la crisis no está resuelta". "¿De qué sirve meter a tres jueces [para autorizar las intervenciones del CNI] si el CNI depende de él [de Sánchez]?", se preguntan en ERC. El PNV ha propuesto que sean tres magistrados del Tribunal Supremoy no uno, como ahora, los que den la correspondiente autorización a los servicios secretos.

En su intervención, Sánchez ha dicho que no conocía las decisiones operativas del CNI y ha anunciado que reformará la ley orgánica del CNI para reforzar "las garantías de control" y asegurar el "máximo respeto a los derechos individuales y políticos".

El diputado republicano ha empezado la mañana en la tribuna reprochando a Sánchez que no se haya atrevido a asumir ninguna responsabilidad en el espionaje político a los dirigentes soberanistas. Si los 18 afectados, ha apuntado Rufián, no eran ni "narcotraficantes" ni "terroristas yihadistas", ¿por qué fueron espiados? El dirigente de ERC considera que el silencio "presupone una cosa aún más peligrosa": que el Gobierno considera "al independentismo una amenaza tal para el Estado y el marco constitucional como el yihadismo internacional". “¿Por qué promete un mayor control judicial cuando el mayor controlador del CNI es usted?", le ha afeado.

“Nos han mentido, engañado y espiado, y aun así algunos insisten en pactos y diálogos mágicos con ustedes”, lamenta Nogueras (Junts)

Rufián ha abierto su intervención con un primer interrogante para demostrar su desconcierto. "¿Qué ha venido a a hacer aquí?", se ha quejado. Según Rufián, hay una 'operación bunker' del "Estado profundo" que busca enardecer a los partidos independentistas para "desestabilizar" al Gobierno central. "¿Es consciente de que, con intervenciones como las de hoy, lo único que hace es darnos la razón?", le ha inquirido a Sánchez. "España huele a cerrado (...) Hay un patriotismo tóxico que asusta", ha continuado.

Sánchez y "un acto de fe"

Míriam Nogueras (Junts) ha coincidido con el fondo de Rufián y ha calificado de "milongas" las declaraciones de Sánchez en la tribuna. Nogueras lamenta que el presidente no haya asumido ninguna "responsabilidad" en el espionaje. "Usted se piensa que somos estúpidos", ha dicho. “Nos han mentido, engañado y espiado, y aun así algunos insisten en pactos y diálogos mágicos con ustedes”, ha afirmado en referencia a la mesa que impulsan Sánchez y Aragonès. Ferran Bel (Pdecat) ha lamentado que, con sus silencios Sánchez haya "empeorado" la situación.

Mertxe Aizpurua (EH Bildu) cree que Sánchez ha pedido "un acto de fe" a la oposición, mientras que la mayoría de los partidos lo que le exigen son "explicaciones, aclaraciones" y se "depuren" responsabilidades para "regenerar el Estado". "Pero no, usted y su Gobierno se niegan a hacerlo. No sabemos si porque lo que se descubra podría acarrear consecuencias políticas e incluso penales para algún miembro de su gobierno, o porque de conocer todo lo ocurrido quedaría al descubierto lo que sigue en las sombras, el llamado Estado profundo, las cloacas del Estado, que actúan no solo al margen del Gobierno, sino contra el Gobierno", ha declarado la parlamentaria abertzale.