Después de una etapa complicada en la relación entre el PP y los empresarios, Alberto Núñez Feijóo, con apenas tres meses de presidencia en el partido, no sólo ha restablecido la normalidad con la patronal sino que la sintonía en el discurso de ambos vuelve a ser total. Precisamente, en un momento clave de la legislatura que los populares ya identifican como la etapa de mayor debilidad para Pedro Sánchez. Ta y como recoge El Periódico de España, el líder de la oposición apunta sin matices a un cambio de ciclo y da por hecho que la situación económica empeorará en otoño.

“Viene una crisis profundísima”, aseguró Feijóo a la plana mayor de su partido hace solo unos días en la reunión preparatoria del debate sobre el estado de la nación en el que él no intervendrá. La batuta la llevará Cuca Gamarra, pero la estrategia, muy centrada en la economía, la ha dirigido el líder. Y lo hace tras una intensa agenda de reuniones con empresarios. Desde su llegada a la planta noble de Génova Feijóo ha dedicado buena parte de sus encuentros a verse con distintas patronales en Madrid y en sus visitas a distintos territorios.

Fue lo primero que hizo —reunirse con empresarios y sindicatos— para enviar a Moncloa su propuesta de plan económico (sin éxito porque el Gobierno no tuvo en cuenta medidas del PP y, por eso, los diputados conservadores votaron en contra del primer decreto anticrisis); y lo que ha seguido haciendo en semanas sucesivas. Hace apenas dos, durante los últimos coletazos de la cumbre de la OTAN en Madrid, el líder del PP viajó al País Vasco y Cataluña para verse con empresarios. Hace solo unos días volvió por segunda vez a ambas comunidades.

Y lo que está claro, tras varios encuentros en los que también ha estado Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, es que los discursos de ambos están alineados. Hasta el punto de que el propio líder de patronal insistía hace días en que el pacto de rentas (el gran reto que España tiene por delante para sobrevivir a la crisis económica, recrudecida por la guerra en Ucrania) debe ser “un pacto de país” liderado por el Gobierno y del que deben participar el resto de partidos políticos.

Feijóo lleva semanas tratando de arrinconar al Ejecutivo, tendiendo la mano del PP para conseguir que Moncloa acepte su propuesta económica y se aleje de los socios habituales. De hecho, el segundo decreto anticrisis (que se vota este jueves en el pleno) contiene dos medidas que los conservadores proponían: la rebaja del IVA de luz al 5% y ayudas directas, finalmente serán de 200 euros, para hogares y autónomos con ingresos muy bajos en el último año. El PP aún no ha decidido si votará en contra o se abstendrá.

Alineados en materia fiscal

En todo caso, las declaraciones de Garamendi y Feijóo van de la mano, igual que sus pretensiones. En materia fiscal las sinergias son todavía más claras. El presidente de la CEOE insiste en que el Gobierno debe abordar ya el “exceso de impuestos. Es el principal reclamo del líder del PP, que pide devolver a los contribuyentes de inmediato “el excedente de recaudación como consecuencia de la inflación” y seguir con la bajada de impuestos.

El jefe de la patronal también asumió hace apenas unos días que habrá que abordar “una subida de salarios”, pero insistió en que no es posible una indexación al IPC (como sí hizo el Ejecutivo con los pensionistas) y que habrá que discriminar “por sectores” porque “no puede hacerse de forma genérica”.

Como publicó El Periódico de España, la marcha de Pablo Casado causó una sensación de alivio dentro de la CEOE, que vio como durante meses las tensiones no podían ser mayores. Todo estalló a raíz de los indultos a los independentistas y el intento por normalizar una nueva etapa pero, en el fondo, las relaciones llevaban tiempo deteriorándose. En gran parte por la cercanía de Sánchez a las empresas (muy notoria durante la pandemia, pero también antes) a pesar de que ahora el presidente denuncia que hay “poderes económicos” que ven “molesto” a su Ejecutivo.

La llegada de Feijóo no sólo abrió una nueva etapa entre las dos organizaciones, sino que las ha devuelto a la normalidad en tiempo récord. La opinión de Garamendi sobre el dirigente gallego no puede ser mejor y el clima político, que según todas las encuestas dan muchas opciones al PP de volver a gobernar a partir de las próximas elecciones, también ayuda. El presidente de la CEOE tiene sus propias elecciones a finales de año y también debe cuidar los equilibrios internos y externos.