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Proceso judicial

Caso Cursach | Dos policías defienden que las inspecciones estaba justificadas

El exjefe de la Policía Local de Palma, Joan Miquel Mut asegura que no había visto a Bartolomé Cursach en su vida

El empresario Bartolomé Cursach. EP

Dos agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma declararon este lunes en el juicio que las actuaciones de esta unidad en establecimientos de ocio nocturno estaban justificadas por las quejas que acumulaban y negaron haber actuado para favorecer a los negocios de Cursach. El subinspector Bartolomé Capó y el oficial Gabriel Torres, acusados de llevar a cabo inspecciones arbitrarias, coincidieron en señalar que "nunca" recibieron órdenes del empresario ni de su entorno y tampoco obtuvieron nada de él.

Capó explicó que empezó a supervisar la Patrulla Verde en 2013 con el cometido de controlar grandes eventos tras la tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco chicas por una avalancha durante un concierto. "Nunca di instrucciones para que me avisaran cuándo iban a hacer inspecciones ni ordené qué locales debían controlarse", aseguró. "Se actuaba conforme a las infracciones que se detectaban", señaló, y precisó que estas podían proceder de vecinos o de diversos departamentos de Cort. También negó haber colocado en la Patrulla Verde a agentes afines y aseguró que su relación con Cursach y Sbert era de "saludos y nada más".

Este agente admitió que en el cuartel de Sant Ferran "se rumoreaba" que había "policías nacionales, guardias civiles y policías locales que hacían servicios de seguridad en diferentes locales". "Yo no los vi, pero se sabía y la jefatura tenía conocimiento de ello", dijo.

Gabriel Torres, por su parte, comenzó su declaración asegurando que era "la primera vez" que podía ejercer su derecho de defensa. En la misma línea que su compañero, Torres negó cualquier trato de favor a Cursach e incluso aseguró que su relación con el grupo empresarial era "muy mala" debido a las inspecciones que llevaba a cabo en sus locales. El policía afirmó que «jamás» preavisó al director de Tito’s de cuándo iban a llevarse actuaciones en el local. Solo en una ocasión que acudió a la discoteca para controlar una gala juvenil le dijo que estarían "pendientes" a lo largo de aquella noche, pero afirmó que se trataba de una práctica habitual para evitar que se produjeran excesos de aforo y riesgos para los clientes.

Sobre su actuación en otros locales que no pertenecían a Cursach, justificó las diversas intervenciones. "Eran medalla de oro de los incumplidores", dijo sobre uno de estos negocios. Sobre otro afirmó que llegó a haber escritos de queja firmados por 70 vecinos. Así, afirmó que todas las intervenciones estaban "justificadas" y lamentó que la Patrulla Verde estaba "desbordada" porque eran "muy pocos agentes para el volumen de trabajo que había".

Mut lo niega todo

El exjefe de la Policía Local de Palma Joan Miquel Mut negó también en su declaración haber cometido ninguna irregularidad. Mut, que solo respondió a las preguntas de su abogado, Jaime Campaner, aseguró que a Sbert lo conocía de vista y que jamás había visto a Cursach. Sobre las acusaciones que pesan sobre él, rechazó haberse reunido con personas del Grupo Cursach para manipular un acta contra uno de sus locales en 2007. "Es algo esperpéntico y grotesco. Si no estuviéramos en este entorno, me echaría a reír", dijo sobre esta imputación.

Sobre el expediente abierto en 2014 a un agente que era testigo protegido en la investigación del caso Curscah y había denunciado corruptelas de un mando del GAP, afirmó que a él le llegó un escrito por un conflicto entre estos funcionarios y que se limitó a tramitarlo, pero que la decisión de expedientarlo y trasladarlo fue del regidor de Seguridad Ciudadana.

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