El Gobierno se resiste a anticipar si concederá o no el indulto a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pero lo que está claro es que desde luego no quiere cerrar esa puerta. Al menos, prepara el terreno para lo que pueda pasar. Lo hicieron primero la portavoz del Ejecutivo y la nueva portavoz del PSOE, pero este miércoles lo hizo, de manera igual de nítida, el propio presidente, Pedro Sánchez.

"Están pagando justos por pecadores", aseguró el líder socialista desde Varsovia, durante la rueda de prensa que compartió con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, al término de la cumbre hispano-polaca que se celebró en la capital del país este miércoles.

Sánchez recuerda que solo se conoce el fallo, no la sentencia íntegra ni el voto particular, y por tanto hasta entonces "no habrá una lectura clara de cuáles son las causas"

Sánchez fue preguntado por los periodistas acerca de la sentencia del Supremo de este martes, que confirmó la pena de seis años de cárcel a Griñán y de nueve años de inhabilitación a Chaves por el caso de los ERE. El presidente afirmó primero que respeta las decisiones judiciales, pero acto seguido hilvanó un discurso de cerrada defensa de ambos. Recordó que solo se conoce el fallo, no la sentencia íntegra, que será publicada en septiembre, y por tanto hasta entonces "no habrá una lectura clara de cuáles son las causas" y de cuáles son las razones del voto particular de las dos magistradas progresistas del tribunal.

El jefe del Ejecutivo recordó que los dos expresidentes dimitieron de sus responsabilidades políticas hace un lustro. En efecto, Griñán dejó la Presidencia de la Junta en 2013 y tanto él como Chaves abandonaron sus escaños en Senado y Congreso en 2015 y un año más tarde, en 2016, se dieron de baja como militantes del PSOE.

Distinto de Gürtel

Además, insistió, nunca fueron condenados, ni tan siquiera acusados, de "haberse lucrado o haberse llevado un céntimo de euro o haber financiado irregularmente a formaciones políticas". "Por tanto, no hubo enriquecimiento personal, tampoco hubo financiación de partidos políticos y lo que sí hubo fueron dimisiones hace más de un lustro asumiendo sus responsabilidades políticas", adujo. Lo que estaba haciendo Sánchez es marcar una diferenciación evidente entre el caso ERE, en el que sí es cierto que no hubo enriquecimiento personal pero sí una trama para sostener una red clientelar a favor del PSOE, de la Gürtel que afectó al PP y por la que fue condenado el PP como partícipe a título lucrativo.

El líder del Ejecutivo subraya que su Gobierno siempre ha demostrado, con palabras y con hechos, que es "limpio e implacable" con la corrupción

El presidente añadió a continuación —tenía el discurso preparado e iba apoyándose en el papel que llevaba escrito— que su Gobierno siempre ha demostrado, con palabras y con hechos, que es "limpio e implacable" con la corrupción, y por eso condenó los comportamientos de quienes sí se aprovecharon, en el caso de los ERE, de un mecanismo aprobado por la Junta y por el Parlamento andaluz y que ayudó a centenares de trabajadores y empresas en crisis.

"NI Chaves ni Griñán se puede afirmar que hayan tenido nada que ver con lo que antes he señalado. Yo creo que en este caso, tanto en el de Chaves como en el de Griñán, podemos afirmar que están pagando justos por pecadores", mantuvo, empleando las mismas palabras que el martes utilizara la nueva portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría. No era extraño, porque las consideraciones de Alegría, Isabel Rodríguez o el propio líder del Ejecutivo procedían del análisis hecho en 'maitines' por el círculo de confianza de este.

¿Pero el Gobierno le concederá el indulto? Sánchez no se sitúa en ese escenario y en el Gobierno prefieren eludir una respuesta clara y concluyente. Eso es hablar de "hipotéticos futuros", "no podemos especular", "respetamos los pasos que puedan dar las defensas y el Gobierno actuará "en el marco de la ley y colaborando con la Justicia, como siempre ha hecho", defendió el líder socialista. Cuando se le preguntó si no considera que los casos de Chaves y Griñán encajan en los parámetros de la corrupción, volvió sobre sus pasos: las defensas harán lo que consideren oportuno y el Ejecutivo no se saldrá del marco legal.