La Fiscalía de la Audiencia Nacional sostiene que hay "prueba suficiente" para condenar al exjefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, por su presunta participación en un atentado con coche bomba en Bilbao en 2002, y ha resaltado que su silencio también debe tener consecuencias.

El tribunal ha dejado visto para sentencia el juicio al histórico exdirigente de ETA, en el que el fiscal Pedro Rubira ha elevado a definitivas sus conclusiones, en las que solicita una condena de 32 años de cárcel para Aspiazu Rubina.

Txeroki se encuentra provisionalmente en España tras ser entregado en agosto por Francia por un periodo máximo de dos meses para ser juzgado por este atentado, que causó heridos de carácter leve y múltiples daños materiales.

Después de que este martes negase haber tenido ningún tipo de participación en la acción terrorista, el exjefe del aparato militar ETA ha declinado este miércoles hacer uso de su derecho a la última palabra.

Este silencio mantenido durante el juicio, en opinión del fiscal, "tiene sus consecuencias" y "debe ser valorado por el tribunal", sobre todo a tenor de las pruebas que existen contra él, ha señalado.

Unas pruebas que para la defensa de Aspiazu Rubina son insuficientes dado que, en su opinión, ni siquiera teniendo por probado que perteneciera al comando que ejecutó el atentado, el comando K-Olaia, no se ha acreditado cuántas personas participaron en él.

"No hay forma de saberlo", ha indicado la defensa, que ha restado todo el valor a las declaraciones inculpatorias que realizó ante la Policía un colaborador de la organización terrorista que alquiló un piso y un garaje en Amorebieta al comando.

Este colaborador, Gorka Martínez Arkazo, se negó ayer a ratificar su declaración policial alegando que lo hizo bajo torturas, una declaración que contrastó con la aportada más tarde por uno de los agentes que le interrogó.

El atentado por el que ha sido juzgado Txeroki fue cometido el 12 de enero de 2002 con un coche bomba en la confluencia de las calles Gran Vía y Alameda de Mazarredo de Bilbao.

Txeroki, que se encuentra en prisión desde que fue entregado y que también es conocido por el alias de Arrano, fue detenido el 17 de noviembre de 2008 en Francia y la justicia gala y la española le han condenado en varias ocasiones. En 2011, por ejemplo, fue sentenciado a 377 años de cárcel por 21 intentos de asesinato y actos terroristas.

Entre las acciones que se le atribuyen figura el asesinato del magistrado José María Lidón, su participación en los atentados contra los socialistas Eduardo Madina y de Esther Cabezudo, y contra dos guardias civiles en Capbreton (Francia).