El canal de comunicación que conecta Génova con la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes), el 'think tank' de José María Aznar, está de nuevo operativo. Faes ha vuelto a colaborar con el PP tras la decepción que supuso la deriva de Pablo Casado, con quien llegó a cortar la relación. Ahora la llegada de Alberto Núñez Feijóo ha alineado otra vez al centro de pensamiento de Aznar con el partido y Faes envía con normalidad sus documentos y sus propuestas, que son atendidos con interés por la nueva dirección del PP. "No tiene sentido el distanciamiento con la fundación de un ex presidente del Gobierno y del partido", explican fuentes populares.

Recientemente, en la clausura del Campus Faes, en la primera ocasión que Feijóo participó como líder del PP, Aznar quiso explicitar el apoyo a su liderazgo. “Creemos que reúnes todas las condiciones para ser el próximo presidente del Gobierno. Estamos convencidos de ello y haremos lo posible por ayudarte”. Génova agradece que Aznar hablara de Feijóo con tanta "generosidad" y "cariño" y en este nuevo marco de "sintonía" y "colaboración" se ha reactivado la "relación" entre los dos universos.

Una muestra, según fuentes populares, de que el dirigente gallego reúne a su alrededor a dos mundos -el de Aznar y el de Mariano Rajoy- que en los últimos años han estado enfrentados. De hecho él siempre fue la síntesis. Si en 2018, cuando Rajoy abandonó la dirección popular tras la moción de censura contra él, Feijóo se hubiera presentado, ningún otro candidato de peso lo habría hecho. Pero su decisión de no hacerlo, en parte porque vio a Rajoy más cercano a Soraya Sáez de Santamaría, hizo que la ex vicepresidenta aspirara al cetro, que lo hiciera Casado en los días en que parecía que nadie asumía la responsabilidad, y que, como reacción al paso de Sáez de Santamaría, su enemiga declarada, diera también el paso María Dolores de Cospedal.

El 'Holocausto Caníbal' de 2018

Feijóo pido evitar este 'holocausto caníbal' pero renunció. Más de tres años después se vio obligado a enmendar eso ante la certeza general del partido (incluido Aznar) de que no había futuro con Casado. Por eso, porque 'el rey del norte' ya fue el candidato deseado en 2018, la unidad en torno al dirigente gallego ha sido tan inmediata.

La inesperada victoria de Casado -que sólo explica el odio visceral que muchos dirigentes profesaban a Sáez de Santamaría y que contó con el aval de Feijóo- situó de nuevo a Faes en la órbita del PP, que se había emancipado jurídicamente del partido dos años antes, tras años de hostilidades con Rajoy. Desde octubre de 2016 la fundación de Aznar está desvinculada de Génova pero con la llegada de Casado la comunicación se intensificó hasta que el ex presidente, harto de que no atendiera a ninguno de sus consejos, fue consciente de que su pupilo no era la persona idónea para dirigir el PP.

Ahora la proximidad ideológica, la afinidad personal de Faes con Feijóo es mucho menor pero Aznar le reconoce, al igual que el resto de sectores del partido, como un líder "competitivo", según fuentes populares. Si no fuera así, añaden, ese acercamiento no se habría producido.

En todo caso desde Génova explican que son receptivos a todo los estudios que envían desde Faes pero también destacan que su protocolo de trabajo consiste en analizar también cualquiera aportación "venga de donde venga". aunque proceda de autores o centros de pensamiento ajenos al PP para sumar "todo lo que sea aprovechable". "Leemos todo con atención, con independencia de la sensibilidad política que haya detrás". Porque, insisten, el proyecto político de Feijóo es "de mayorías", con vocación de traspasar la frontera del centro derecha.