El PP está ultimando las candidaturas pendientes para las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo. La idea de Génova es organizar un gran acto en Valencia el próximo enero —no dará tiempo a hacerlo en diciembre— donde harán oficiales a los cabezas de cartel. En las autonomías quedan pocas incógnitas por resolver: Jorge Azcón camina hacia la candidatura de Aragón (tendrá que conocer su sustituto en la alcaldía zaragozana) y en Asturias los conservadores aseguran que todo “está claro ya” pero no lo han hecho público. Son más capitales de provincia las que siguen sin número uno y algunas, de máxima importancia para el PP, aún se están terminando. 

El Ayuntamiento de Barcelona es prioritario para los populares porque Alberto Núñez Feijóo tiene entre sus principales objetivos recuperar peso en Cataluña tras años muy malos en los que el partido ha sufrido una hecatombe electoral con Vox firmando el primer sorpaso en 2021. Y las municipales serán la primera prueba de fuego. Con su llegada a la presidencia nacional el dirigente gallego pensó en Dolors Montserrat, exministra de Sanidad con Mariano Rajoy y actual portavoz del PP en el Parlamento Europeo, para encabezar la lista municipal. El objetivo era encontrar una candidatura de peso y trasladar el mensaje de que el PP va en serio en la ciudad condal. 

En la dirección nacional resaltaron entonces la trayectoria de Montserrat, su experiencia política e incluso su carácter de cercanía y su perfil catalanista en lo lingüístico como puntos fuertes para ser alcaldable. Pero la eurodiputada no tiene nada clara la marcha a la política municipal. De hecho, dirigentes cercanos a Montserrat aseguran que ella misma ha trasladado el mensaje de que no se ve en esa opción. Sí estaría dispuesta a liderar el PP de Cataluña a nivel orgánico cuando llegue el próximo congreso. porque, entre otras cosas, lo podría compatibilizar con sus responsabilidades en Europa. En mitad de todo este runrún ha vuelto a aparecer el nombre de Daniel Sirera, que presidió el PP catalán un año (2007-2008) tras la dimisión de Josep Piqué hasta que Alicia Sánchez-Camacho tomó las riendas. También fue diputado en el Parlament durante cinco años.

Ya en 2021 su nombre volvió a entrar en las quinielas. Como reconocen en su entorno, es un hombre del PP acostumbrado a asumir los “marrones” que le toquen en la organización. Y ahora, especialmente si la vía de Montserrat se frustra, podría tener un papel clave. Fuentes de la dirección nacional aseguran a este diario que su nombre se está barajando seriamente y que en estos días se está estudiando de nuevo.

Sirera trabaja ahora con Carlos Mazón, candidato del PP a la Generalitat valenciana y que tiene opciones de convertirse en ‘president’ en las próximas elecciones. Es una de las comunidades clave para Feijóo ante el posible vuelco en el Gobierno y como pasaporte claro a las generales. Hace meses sí se produjeron contactos directos entre Génova y el exdiputado autonómico y algunos dirigentes del PP reconocen que su perfil “encaja” en lo que busca Feijóo.

Cataluña sigue siendo la gran asignatura pendiente de los conservadores. Es la comunidad autónoma que más ha visitado el líder nacional desde que accedió a la presidencia el pasado mes de abril. La interlocución con dirigentes de las distintas provincias, sociedad civil y muy especialmente el empresariado se ha vuelto muy intensa en los últimos meses.

Feijóo no esconde a su equipo que para él es fundamental recuperar presencia si quiere llegar a la Moncloa. Y las encuestas van reflejando esa posible recuperación. La última del Centre d'Estudis d'Opinió (similar al CIS catalán) auguraba que los populares podrían recuperar la cuarta posición y alcanzar entre 11 y 16 escaños (ahora mismo tiene solo 3). Volvería a situarse por delante de Vox y Ciudadanos podría desaparecer de la Cámara. 

En el caso del Ayuntamiento de Barcelona dirigentes del PP catalán no son tan optimistas con la fuerza que puedan llegar a tener (necesitan superar la barrera del 5% del voto), pero reconocen que el esfuerzo en la ciudad condal (y en el resto, especialmente ciudades grandes en la provincia barcelonesa, Tarragona e incluso Lleida de la mano de Xavier Palau) va a ser muy importante y el partido “se implicará”.

Sea como sea, el partido deshojará la margarita de candidaturas en las próximas semanas. Muchos territorios cuentan con que en el mes de diciembre se conozcan la mayoría de nombres aunque el acto de presentación oficial sea en el nuevo año. La tensión en algunas provincias se va haciendo notar. Castilla y León es otro ejemplo: siguen pendientes los candidatos de Valladolid, León y Burgos, entre otras ciudades.