La controvertida figura del 'expresident'

Las infinitas resurrecciones en la esfera pública de Jordi Pujol

El 'expresident' se recupera tras el ictus y sigue decidido a asistir a actos públicos como el de hoy en el Parlament | Se plantea la reedición de su libro de referencia "Dels turons a l'altra banda del riu" escrito en la cárcel

Jordi Pujol.

Jordi Pujol.

Fidel Masreal

En broma, sus allegados le dicen que no se morirá nunca. Él responde que lo está haciendo despacio. Pero más allá de la fortaleza física -se ha recuperado de un ictus a los 92 años-, el 'expresident' Jordi Pujol prosigue una carrera discreta pero constante en favor de la restitución de su honor. De su legado político y ético, que está como mínimo cuestionado tras la confesión de haber ocultado durante decenios una fortuna familiar. Uno de los pilares de esta restauración moral es una próxima reedición de sus textos cuando estuvo encarcelado, "Des dels turons a l'altra banda del riu" con sus textos cuando estuvo encarcelado en 1961 por los llamados "fets del Palau".

Después de esa confesión, Pujol y su esposa Marta Ferrusola no podían salir, literalmente, a la calle sin ser insultados. Ahora el 'expresident' participará en un acto de los 90 años del Parlament. Y no es una excepción. Al poco de recuperar la movilidad y la capacidad mental -limitada por algunos olvidos de memoria reciente- Pujol recuperó su agenda. Con prudencia y ayudado siempre por un acompañante. Y ahora nadie le insulta por la calle. Al contrario.

Los dilemas morales

Esta dinámica no ha sido casual sino fruto de la fortaleza mental del personaje y también de un proceso de restitución por parte de su entorno inmediato. Ello ha hecho que Pujol reapareciera ya en 2018 en un homenaje de una entidad cultural, que participara en un documental sobre cooperación emitido en TV-3, o que protagonizara un debate sobre Europa junto a otros 'expresidents' en la Universitat de Barcelona en febrero de este año.

Pujol, en la intimidad, dice de sí mismo que se siente triste y despliega un argumentario cristiano sobre la culpa, sin paliativos. Pero quienes le conocen bien saben que esa no deja de ser una parte de la historia. Que Pujol sigue interesándose por todo, incluido su legado. Y que por supuesto sufre por el desmembramiento de lo que fue Convergència, el partido que él creó al final del franquismo. Pero Pujol sigue siendo Pujol y sigue interesándose por reivindicarse. A través de terceros, pero reivindicarse. El título del diálogo que publicó junto al periodista y escritor Vicenç Villatoro da cuentas del proceso de restitución: "Entre el dolor y la esperanza". Por eso no es de extrañar que tenga interés en declarar en el juicio que se celebrará por el caso del dinero oculto por parte de toda la familia. O que se prepare la reedición de su libro "Dels turons a l'altra banda del riu", que repasa unos hechos que forjaron el liderazgo y la popularidad del joven Pujol en pleno franquismo.

Ahora también hay una faceta personalísima, que son los cuidados que dedica a su esposa, aquejada por el Alzheimer. Ambos, con ayuda, conviven en su casa de siempre. Mientras a ella le cuesta mantener una conversación racional, él sigue empeñado en seguir adelante. Con rehabilitación, con ayuda, pero sigue siendo Jordi Pujol. Y el juicio inminente y las debilidades de salud han conseguido además generar una cierta unidad de la familia al completo. Unidad que redunda también en favor de este proceso por el que se trata de limpiar la imagen del 'expresident'.

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