TRATADO

España y Reino Unido intentan relanzar en Madrid las negociaciones para un Tratado sobre Gibraltar

Los ministros de Exteriores de ambos países se han reunido durante cerca de dos horas para tratar de impulsar unas negociaciones encalladas en puntos como el control de fronteras o los impuestos

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo británico, James Cleverly, en el Palacio de Viana de Madrid,.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo británico, James Cleverly, en el Palacio de Viana de Madrid,. / EFE

Mario Saavedra

Ni se rompen las negociaciones ni terminan de salir adelante. Las conversaciones para tratar de llegar a un acuerdo que defina el encaje de Gibraltar tras la salida de Reino Unido de la UE van a continuar, pero sin fecha de cierre siquiera estimada, a pesar de que España ha advertido ya de que la situación no puede continuar 'sine die'.

Los ministros de Exteriores de Reino Unido y España se han reunido en Madrid este miércoles para tratar de relanzar las conversaciones, estancadas desde hace unas semanas, según fuentes conocedoras de las mismas. James Cleverly y José Manuel Albares han pedido a sus equipos que sigan negociando. "Estamos más cerca de un acuerdo que antes de este encuentro", ha asegurado Albares ante los medios de comunicación. "Si la propuesta fuera aceptable, ya la habríamos aceptado", ha sido la coda del británico, que dice que la propuesta de la UE y España necesita ser "pulida" en los detalles.

Uno de esos puntos, en los que ninguno de los dos ministros ha entrado, es el control de las fronteras si se tira la Verja y debe trasladarse al puerto y aeropuerto gibraltareños. Sigue sin saberse cómo se van a realizar los controles en el puerto y el aeropuerto si se elimina la Verja de separación, o qué va a ocurrir con las instalaciones y el personal militar británico en el Peñón. Sí ha dicho Albares que se mantiene la idea inicial de que la lleven a cabo los policías españoles, con asistencia durante cuatro años de los funcionarios del servicio de fronteras de la Unión Europea, Frontex.

El responsable de la diplomacia española ha remarcado que España, a través de la Unión Europea, ha presentado ya un acuerdo global para relación entre Campo de Gibraltar y Gibraltar y para la desaparición de la Verja que permita facilitar el tránsito de personas, "evitando los tráficos ilegales de contrabando", y que implique "el uso conjunto del aeropuerto y la equiparación entre las pensiones de los españoles que han trabajado en Gibraltar con los que están allí (Community Care).

"He hablado con Cleverly sobre esta propuesta, y estamos de acuerdo para avanzar para ese acuerdo definitivo", ha dicho el ministro español. "Jamás permitiría que la negociación siguiera si observara mala fe por parte de Reino Unido y no viera avances creíbles", ha rematado.

El ministro principal de Gibraltar Fabián Picardo ha comparecido justo tras acabar la comparecencia conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores para reforzar un mensaje de optimismo sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo inminente, informa Isabel Morillo. “Estamos más cerca que nunca”, ha dicho Fabián Picardo. Ha eludido entrar en el detalle del desacuerdo para no interferir en las negociaciones pero se mostró convencido de que España y Reino Unido están en condiciones de cerrar los flecos que quedaron sin resolver tras el pacto del 31 de diciembre de 2020 y confió en que todo se precipite para un rápido desenlace. “Gibraltar sigue optimista en el acuerdo”, insistió el responsable gibraltareño, que aseguró que “320 años de desencuentros” no son fáciles de resolver pero que ahora mismo hay condiciones para rubricar, por fin, un nuevo estatus para el Peñón tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Aunque Picardo no quiso detallar los puntos de fricción afloró con claridad su posición: “Gibraltar no será una extensión del espacio Schengen de ninguna manera”.

Cerca de dos años de negociaciones

La Unión Europea y Reino Unido, con la participación de España y la presencia de Gibraltar, negocian desde hace cerca de dos años un acuerdo para fijar el encaje de Gibraltar tras el Brexit. Sin embargo, las conversaciones se han torcido en las últimas semanas. Fuentes de la diplomacia española aseguran que la parte británica no se mueve, según ha informado este diario. Reino Unido rechaza esta versión, y dice que siguen dispuestos a negociar. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dio algo muy parecido a un ultimátum público hace un mes, y aseguró que era "la última" propuesta, algo poco habitual en estos meses de total discreción sobre las negociaciones. La Unión Europea, en representación de España, había presentado un borrador de Tratado, y recaía sobre Londres la decisión de aceptarlo o no aceptarlo.

Gibraltar y Reino Unido aseguraron que eso era solo una propuesta de una de las partes, y que había que seguir negociando. El secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, trató de enfriar los ánimos asegurando que estaban cerca de un acuerdo y que tan solo dependía de la "negociación de las comas".

La reunión de este miércoles entre Albares y Cleverly en el Palacio de Viana de Madrid se ha producido justo el día en el que se cumplen precisamente 40 años de la apertura de la Verja de Gibraltar, tras los años totalmente cerrada durante el franquismo.

Acuerdo en Nochevieja

En la nochevieja de 2020, España y Reino Unido llegaron a un acuerdo marco para que Gibraltar tuviera una situación especial tras la salida de Reino Unido de la UE. La propuesta era derribar la Verja y crear una “zona de prosperidad compartida”, con controles de fronteras y aduanas en el puerto y aeropuerto de Gibraltar. Se evitaban así los inconvenientes para los alrededor de 15.000 ciudadanos de Campo de Gibraltar y Gibraltar que cruzan todos los días esa suerte de frontera terrestre. Pero había muchos temas sobre la mesa a tratar, y muchos son altamente espinosos.

Uno de los escollos más relevantes, como contó este diario, era cómo hacer encajar las instalaciones británicas de la Roca y el flujo constante de personal militar, al que había que controlar el pasaporte para que pudiera entrar en zona Schengen

Pero había muchos más. Por ejemplo, si se iba a permitir o no la presencia de policía española para controlar los pasaportes y las mercancías que entraban en el espacio europeo. España es la responsable de ejercer tales controles como país frontera Schengen. Pero el Gobierno del Peñón no quería que hubiera agentes españoles.

Hay por discernir asuntos económicos clave, como qué tipo de impuestos se aplicarán en Gibraltar, para evitar que haga competencia desleal a las empresas españolas de la zona, o el tipo de IVA que se aplicaría a los productos. Gibraltar ha sido una suerte de paraíso fiscal con gasolina y tabaco barato, y una fuerte presencia de empresas dedicadas al juego.