Igualdad

Carmen Calvo y las otras seis abstenciones en la ley trans

La diputada socialista, que negoció la ley como vicepresidenta, ha roto la disciplina de voto de su partido

Violeta Molina Gallardo

Negoció duramente con Igualdad la ley trans cuando era vicepresidenta primera del Gobierno; después, ya como diputada, criticó públicamente el texto y en la hora de la verdad, la votación del dictamen en el Pleno del Congreso, Carmen Calvo ha optado por la abstención.

Ha sido una de las siete diputadas y diputados que se han abstenido, un grupo en el que figuran la diputada de Cs Sara Giménez, la diputada del PP Sandra Moneo -previsiblemente por error-, José María Mazón (PRC) y tres diputados del PDeCAT: Concep Cañadell, Genís Boadella y Ferran Bel.

Aunque el camino de la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI ha estado minado de obstáculos (divergencias entre los socios de Gobierno, división interna en el PSOE, contestación de parte del feminismo...), estaba claro que el dictamen saldría adelante este jueves con holgura. Ya quedó claro en el debate parlamentario.

Sin embargo, quedaba la incógnita de cómo iba a proceder la exvicepresidenta Carmen Calvo, que en los últimos meses ha mostrado abiertamente su oposición al texto legal. Finalmente, se ha abstenido y ha alegado que está de acuerdo con que exista una ley, "pero no esta ley".

¿Y por qué se ha decantado por la abstención en lugar de por el no? Por no coincidir con "el no de las derechas, que no están nunca para proteger a estos colectivos".

"He votado en un día difícil la opción más compleja, que es lo que hay que hacer", ha defendido. Y con respecto a la posibilidad de ser sancionada por romper la disciplina de voto del PSOE, ha respondido que asumirá "siempre" las consecuencias de sus actos.

Calvo mostró sus reservas ante este proyecto de ley impulsado por el Ministerio de Igualdad desde un principio: la negociación en el seno del Gobierno fue larga y difícil, con idas y venidas, pero finalmente la entonces vicepresidenta primera del Gobierno dio su visto bueno y el anteproyecto llegó al Consejo de Ministros consensuado tanto por el PSOE como por Unidas Podemos.

Sin embargo, tras su salida del Ejecutivo, la exsecretaria de Igualdad del PSOE no dudó en sumarse a voces críticas tanto de su partido como del feminismo que se oponían al contenido de la norma. Presidenta de la Comisión de Igualdad en la que se ha tramitado la ley en el Congreso, Calvo ni siquiera presidió la ponencia que le dio forma.

Finalmente, se ha abstenido y la ley trans -que acaba con la patologización de la transexualidad y permite la autodeterminación del género desde los 14 años- ya viaja al Senado.

Cargada de significado

Además de la abstención de Calvo, ha sido destacada la de la diputada de Cs Sara Giménez. Portavoz de igualdad de la formación naranja en el Congreso, esta diputada ha decidido posicionarse de manera distinta a su grupo.

En el debate, Giménez ya expresó los sentimientos encontrados que le suscitaba la norma, el "sabor agridulce", pues está a favor de la autodeterminación del género y con dejar de considerar la transexualidad como una enfermedad, pero tiene dudas con respecto al planteamiento de los menores y tampoco le gusta que la norma se haya tramitado con tanta urgencia.