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El Gobierno asegura que el auto de Llarena contra Puigdemont muestra que el ‘procés’ no queda impune

El magistrado del Supremo mantiene la desobediencia y la malversación pero elimina la sedición tras la reforma penal

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. / EP

Juan Ruiz Sierra, Pilar Santos

El Gobierno considera que la nueva acusación del juez Pablo Llarena al ‘expresident’ Carles Puigdemont, en la que mantiene los delitos de desobediencia y malversación pero retira el de sedición al haber sido recientemente derogado, viene a confirmar que el reproche penal al ‘procés’ no ha desaparecido. Mientras tanto, la dirección del PP ha lamentado que el Ejecutivo haya modificado el Código Penal para que Puigdemont pueda volver a España "con una alfombra roja".

"Lo que se concluye con esta decisión que hemos conocido es que esos hechos continúan teniendo una condena y que han de responder ante la justicia española", ha señalado este jueves la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, que también ha insistido en que el Estado sigue contando con “elementos suficientes”, como el artículo 155 de la Constitución, en el caso de que los partidos independentistas decidieran celebrar una nueva consulta unilateral.  

Rodríguez, también ministra de Política Territorial, ha pasado así por alto los reproches que lanza Llarena en su auto sobre Puigdemont, que huyó a Bélgica para no ser juzgado, en el que defiende que no resultaba necesario eliminar el delito de sedición porque este, señala el magistrado en contra de lo mantenido por el Gobierno para justificar la reforma penal pactada con ERC, no contenía “imprecisiones” ni casaba mal con otras regulaciones de los países europeos. Según Llarena, con el cambio legislativo, que sustituye la sedición por un delito de desórdenes públicos, se genera “un contexto cercano a la despenalización” para los dirigentes independentistas que aún no han sido juzgados por el referéndum celebrado en 2017.

Tampoco ha querido entrar a valorar estas críticas el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. “Vamos a respetar las resoluciones judiciales. Las resoluciones judiciales deben cumplirse en sus términos”, ha señalado Marlaska, exjuez de la Audiencia Nacional, en el Congreso de los Diputados, donde ha participado en unas jornadas sobre seguridad vial. 

“Veremos cosas que nos helarán la sangre”, señala Ayuso, que acusa a Sánchez de preparar el “camino” para la independencia de Cataluña

El presunto "favor" de Sánchez

“Veremos cosas que nos helarán la sangre a lo largo de estos meses”, ha señalado por su parte la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras conocer el auto del Supremo. A juicio de la presidenta madrileña, este es uno de “los primeros favores” de Sánchez al independentismo. “De aquí a poco está el camino hecho a la independencia ilegal de Cataluña, a través de consultas, falsas urnas de cartón y tensión en las calles donde todos los delitos quedarán impunes”, ha añadido. 

“Es una de las primeras contrapartidas pactadas por el Gobierno de Pedro Sánchez a espaldas de toda España”, ha dicho la dirigente del PP, para quien se vuelve a un escenario similar al que tuvo lugar cuando Mariano Rajoy estaba en la Moncloa y al que de momento no ha tenido que enfrentarse el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, cuyo mandato ha estado marcado por la disminución de la tensión territorial.  

En la sede principal del PP en Madrid, en la calle de Génova, el número tres del partido, Elías Bendodo, se ha burlado de la frase que Sánchez lanzó en la campaña electoral de noviembre de 2019, cuando aseguró que traería de vuelta a Puigdemont a España. "Lo que no nos dijo es que lo iba a traer con una alfombra roja", ha soltado ante la prensa, informa Pilar Santos. Bendodo considera que, al derogar la sedición y reformar la malversación, el Gobierno ha rebajado el castigo que pueda recibir Puigdemont para facilitar su regreso, ya que ahora solo tiene que responder por desobediencia y malversación. También ha lamentado que Marta Rovira, dirigente de ERC, pueda "volver a España en cualquier momento", ya que, al eliminar Llarena el peso de la sedición, ella no corre riesgo de pasar por la cárcel.