Negociación económica

Salvador Illa acusa al Govern catalán de "intransigencia" con los presupuestos

El líder del PSC asegura que la "amenaza" de ERC de bloquear votaciones en Madrid si el PSC no da su sí a las cuentas es fruto de la "impotencia"

El líder del PSC, Salvador Illa, en un acto esta semana.

El líder del PSC, Salvador Illa, en un acto esta semana. / EP

Sara González

La negociación de los presupuestos catalanes está en punto muerto. Ni avanza ni retrocede. Ni el Govern y el PSC llegan a cerrar un acuerdo ni tampoco nadie se levanta de la silla. Pero eso no evita que los decibelios entre ambas partes suban a medida que transcurre el calendario y que la interlocución se continúa demostrando estéril. El líder del PSC, Salvador Illa, ha levantado el dedo acusador este sábado para señalar la "intransigencia" que, a su juicio, demuestra el president Pere Aragonès, con las condiciones que los socialistas han puesto para aprobar las cuentas teniendo en cuenta que el pacto supondría dar cuerda al Govern para alargar la legislatura.

"Empiezo a pensar que el problema no son las propuestas en sí mismas, sino que las presente el PSC", ha asegurado ante el consell nacional de su partido. Antes de empezar, la negociación presupuestaria prácticamente monopolizaba la conversación de todos los corrillos entre dirigentes. Por ahora, el pesimismo impregna las filas socialistas. "He llegado a pensar que no conocen la realidad de nuestro país, ni cómo funciona Rodalies o lo que necesita el Baix Llobregat", ha añadido el jefe de la oposición en clara referencia a los tres grandes proyectos que siguen dificultando el acuerdo: el cuarto cinturón entre Sabadell y Terrassa, la ampliación del aeropuerto y el Hard Rock. Aunque el Govern continúe diciendo que está a la espera de una respuesta del PSC, los socialistas replican que son ellos los que están a merced de lo que decida el Ejecutivo.

Illa aún ha ido más allá y, ante la "amenaza" que empieza a agitar ERC de bloquear votaciones clave en el Congreso mientras el PSC siga sin acceder a aprobar los presupuestos, ha espetado: "Escuchando algunos comentarios, la amenaza es la manifestación más patente de la impotencia". Y es que, aseguran los socialistas, ni se sienten presionados por esa advertencia de los republicanos ni por el acto con sindicatos y patronales que Aragonès ha vuelto a convocar el lunes. Al PSC le molesta especialmente que ERC intente tratarlos como una "sucursal" del PSOE, de quien ha sacado pecho que se "la está jugando" por Cataluña con apuestas como la reforma del Código Penal o la elección de Barcelona para celebrar una cumbre hispano-francesa.

Aún así, Illa ha querido dejar claro que, a pesar de que su propuesta para aprobar las cuentas es "de mínimos" y que, por lo tanto, no se moverá ni un ápice, el PSC no va a romper la negociación. "El PSC no es una caña frágil que se inclina según sopla el viento", ha dejado caer. En la sede de Pallars subrayan que, si todo acaba saltando por los aires, será porque así lo ha decidido el Govern. El intercambio mutuo de presiones, por si una de las partes acaba perdiendo la paciencia, continúa en marcha.