Caso 'Gürtel'

Cuatro exaltos cargos de la Generalitat admiten haber contratado a la Gürtel de forma irregular

Reconocen que fraccionaban las facturas para evitar acudir a concurso y que adjudicaron a Orange Market de forma directa

Camps a su llegada a la Audiencia Nacional.

Camps a su llegada a la Audiencia Nacional. / FERNANDO VILLAR

Tres ex altos cargos de la Generalitat han admitido ante el tribunal que juzga el trato de favor de la Generalitat a las empresas de la trama Gürtel haber contratado a Orange Market de forma irregular cuando ocuparon diversos cargos en la Conselleria de Cultura, la empresa Castelló Cultural y la Conselleria de Bienestar Social. Se trata, respectivamente, de Silvia Caballer, Vicent Farnós y Enrique Navarro, quien han alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción para admitir los hechos que se les imputaban, lo que les permite rebajar la condena que se solicitaba para ellos.

Silvia Caballer y Vicent Farnós intervinieron en la contratación a Orange Market del II Congreso de Software libre que se celebró el 5 y 6 de mayo de 2005 en el Palacio de Congresos de Castelló que gestionaba la empres pública Proyecto Cultural de Castellón SA. Ambos han admitido que el coste del evento, valorado en 100.000 euros, se fraccionó en cinco facturas "cuatro por el importe máximo autorizado para la contratación menor y una quinta por el resto del cote del evento".

"Era la forma de actuar entonces, ahora sabemos que está mal", ha admitido Silvia Caballer, directora general de Archivos e Innovación Tecnológica en aquel momento, en su declaración, en la que sólo ha respondido a la Fiscal Anticorrupción y a su abogado. Por su parte, Vicente Farnós, responsable de Proyecto Cultural de Castellón SA también ha admitido haber convocado un concurso negociado en el que se pidieron "tres presupuestos a tres empresas y que finalmente se adjudicó a Orange Market".

Por último, Enrique Navarro, jefe de gabinete de la consellera de Bienestar Social de 2003 a 2007 Alicia de Miguel, ha admitido que en el departamento se adjudicaron tres contratos a la empresa Orange Market. Unas adjudicaciones que, según ha explicado, era una manera de congraciarse con el sector campsista del Partido Popular dados los orígenes zaplanistas de De Miguel.

"Pregunté por qué se hacia con Álvaro Pérez el acto de balance de final de legislatura y la consellera me dijo que Pérez tenía amistad con [Ricardo] Costa (entonces secretario general del PPCV) y proximidad con [Francisco] Camps. Y que como podíamos renovar o no en la legislatura siguiente, era una manera de que les llegara lo bien que trabajábamos. Era una manera de congraciarse, porque la relación no era fluida debido al momento tenso entre campsistas y zaplanistas. Se trataba de lanzar un gancho a ver si Álvaro Pérez hacía la gestión de hablar bien de nosotros ante el señor Costa y él ya transmitiría a quien corresponda".

Por último Carmen Quintero, responsable de la Luz de las Imágenes, ha admitido que pagó dos facturas a Orange Market por orden de la Conselleria de Cultura cuando estaba dirigida por la consellera de Cultura Trini Miró.