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El Gobierno rechaza la propuesta de referéndum de Aragonés porque no es "útil" ni "realista"

Bolaños asegura que el futuro no es volver al "peor pasado" de la Cataluña reciente, que "dividió" y "tensionó" la sociedad

Bolaños cree que la propuesta de Aragonés es volver al "bucle" que fraccionó Cataluña.

Bolaños cree que la propuesta de Aragonés es volver al "bucle" que fraccionó Cataluña. / Europa Press

Marisol Hernández

Ni "útil" ni "realista". El Gobierno rechaza frontalmente la propuesta de referéndum pactada lanzada por el president de la Generalitat, Pere Aragonés, y que pretende impulsar, con una mesa de partidos, tras las elecciones municipales. En Moncloa dan por apagada la llama de la independencia porque sería regresar al "bucle" que partió Cataluña y le hizo perder una década. Su sensación es que si Aragonès la recupera es por cuestiones electoralistas, por la permanente pugna con Junts por la hegemonía del boque separatista.

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se ha mostrado muy duro, en unas declaraciones en Madrid, con la pretensión del president de avivar una consulta independentista. Este tipo de propuestas, dijo, "que vuelven al peor pasado de la Cataluña reciente, de la división, del conflicto, de tensionar a la sociedad, no son el futuro".

Frente a estos planteamientos, defendió, hay una alternativa que representa el Gobierno y el PSC: "El futuro pasa por el acuerdo, el diálogo, las oportunidades de empleo, las inversiones, por las empresas que crean riqueza y crecimiento económico". Y esto no se logra, destacó, con propuestas que significan "volver al pasado", que "fraccionan" a los catalanes y que suponen "cronificar un conflicto". Lo que hay que hacer, insistió, y es la "apuesta" del Ejecutivo, es "avanzar, pasar página definitivamente, mirar al futuro y que en Cataluña haya diálogo entre diferentes y acuerdos".

Distancia con Aragonès

El Gobierno, de este modo, pone otra vez distancia con la idea de un referéndum legal que Aragonès propuso en el debate de política general y que quiere remitir a Madrid. La llamada 'vía Montenegro' que, con una participación del 50% y un 55% de apoyo, serviría para declarar la independencia. Aunque en el Congreso las relaciones con ERC son buenas, a pesar de respaldo que los republicanos han dado a Irene Montero en la pugna dentro del Gobierno de coalición por la reforma de la ley del 'solo sí es sí', en el asunto del referéndum la parte socialista del Ejecutivo ha exhibido siempre su oposición.

En barbecho está la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat para buscar una solución al conflicto político catalán. Moncloa no tiene ninguna prisa en reunirla, a pesar de que el compromiso de su creación dio la investidura a Pedro Sánchez y de que en el acuerdo suscrito se firmó que todo lo que en este foro se decidiera se validaría en una consulta.