Condena por corrupción

La Junta Electoral retira el escaño a Laura Borràs tras ser condenada por falsedad y prevaricación

El órgano administrativo deja a la líder de Junts sin acta de diputada al concurrir en una causa de inelegibilidad sobrevenida

La presidenta de Junts y expresidenta del Parlament, Laura Borràs.

La presidenta de Junts y expresidenta del Parlament, Laura Borràs. / David Zorrakino / EP

Júlia Regué / Miguel Ángel Rodríguez

La Junta Electoral Central (JEC) ya ha sentenciado el futuro de Laura Borràs en el Parlament y abre el baile de sillas para su relevo al frente de la institución tras meses de interinidad. El órgano administrativo ha acordado este miércoles despojar definitivamente a la líder de Junts de su escaño en la Cámara catalana y expedir la credencial de diputado a Antoni Castellà, el siguiente en la lista de Junts. La decisión de este órgano se produce después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya la condenara a cuatro años y medio de prisión y a 13 años de inhabilitación para el ejercicio de empleos o cargos públicos por un delito de falsedad y otro de prevaricación, y se produce pese a que dicha sentencia no sea firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

Acogiéndose a los precedentes del 'expresident' Quim Torra y del exdiputado de la CUP, Pau Juvillà, la JEC ha rechazado las alegaciones que el Parlament y la ya exdiputada presentaron y han sentenciado que Borràs concurre en la "causa de inelegibilidad sobrevenida" recogida en el artículo 6.2 b) de la Ley Orgánica del Régimen Electoral Central (LOREG). La normativa establece que "son inelegibles los condenados por sentencia, aunque no sea firme, por delitos contra la Administración Pública", entre los que está el delito de prevaricación por el que fue sentenciada. Además, se deja claro que "las causas de inelegibilidad lo son también de incompatibilidad", lo que significa que no solamente no puede optar a presentarte a unas elecciones, sino que debe perder el escaño. Las razones de la JEC se comunicarán oficialmente este jueves a las partes.

Las alegaciones

La decisión pone fin a un periplo que se arrastra desde julio, cuando la Mesa del Parlament suspendió a Borràs como parlamentaria y, consecuentemente, como presidenta de la institución, cuando se le abrió juicio oral por haber amañado contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes para beneficiar a un amigo suyo. El acuerdo del órgano rector de la Cámara nunca fue aceptado por Borràs que, pese a tener las funciones de diputada suspendidas, decidió no cesar de la presidencia, algo que implicó que nadie pudiera optar al cargo para relevarla. De hecho, este mismo miércoles se ha sometido a votación una propuesta del PSC que pretendía reformar el reglamento interno para incorporar una suerte de moción de censura a los presidentes del Parlament por pérdida de confianza, pero esta parte no ha fructificado porque finalmente ERC y CUP se han posicionado junto a Junts para impedirlo. Lo que sí sigue su tramitación es la parte relativa a la regularización del voto telemático que afectaría al diputado de JxCat, Lluís Puig, y la prohibición de los discursos de odio para frenar a Vox, que avanzó EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica.

El Parlament rechaza la modificación del reglamento que proponía el PSC para cesar a los presidentes de la institución por pérdida de confianza

La JEC dio un primer aviso al Parlament a mediados de abril en un escrito en el que ya describía cuál era la situación legal de Borràs y abrió un plazo de 10 días hábiles para que la Cámara informara sobre "decisiones, resoluciones, o cualesquiera otras medidas" que hubieran podido adoptar y también ofrecía a la exdiputada la posibilidad de presentar alegaciones. Tanto el Parlament como la exdiputada registraron sus argumentaciones respecto al tema, apoyándose en el reglamento de la Cámara y alegando que la sentencia debe ser firme, al tiempo que defendían que se tomaba una decisión "innecesaria y desproporcionada" al estar Borràs suspendida. Los abogados de la líder de Junts, Gonzalo Boye e Isabel Elbal, hurgaron en que la JEC es "manifiestamente incompetente" para dejar sin efecto la credencial de la líder de Junts y que eso es "usurpar la competencia de los tribunales para la ejecución de las resoluciones judiciales". No obstante, la JEC no coincide con ninguno de estos planteamientos.

El relevo en el Parlament

La despedida de Borràs abre el debate sobre quién ocupará su puesto en la presidencia de la institución. Si bien Junts no ha querido hasta la fecha discutir quién debe relevarla, los posconvergentes tampoco están dispuestos a perder el mando, por mucho que los afines a la ya exdiputada se hayan manifestado a favor de dejar el cargo vacante. Dirigentes como Anna Erra y Marta Madrenas están en las quinielas para sustituirla y por mucho que Junts rompiera con ERC en el Govern, los republicanos se abren a negociar su apoyo a perfiles de talante moderado.

El PSC rechaza facilitar la elección de un diputado de Esquerra porque implicaría que disponen de las dos principales instituciones catalanas, y, a la vez, Esquerra, a las puertas de las municipales, prefiere lanzar el mensaje de búsqueda de acuerdos dentro del independentismo. Está por ver el ruido que pretenda hacer Borràs con la intervención de la JEC y la actuación de su propio partido, pero el secretario general, Jordi Turull, se inclina por evitar cualquier polémica para no dañar las opciones de Xavier Trias como alcaldable de Barcelona. De hecho, fuentes parlamentarias no descartan que no se aborde la sustitución de Borràs hasta que se haya superado la campaña electoral, eso es, a partir del próximo 28 de mayo, más todavía teniendo en cuenta que no se celebrará ningún pleno hasta que pase la cita con las urnas.