Batet gana enteros para volver a ser la candidata del PSC a las elecciones generales

No hay tiempo ni para primarias ni para asumir más riesgos. La premura con la que tienen que actuar los partidos para confeccionar la lista de las elecciones generales convocadas precipitadamente por Pedro Sánchez promueve las apuestas seguras. Y el PSC ve en la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, una candidata solvente para ganar de nuevo en Cataluña y completar el triplete que ansía Salvador Illa después de imponerse en las catalanas y en las municipales, pese a haberse quedado cortos en Barcelona. Los socialistas catalanes sienten el peso en su espalda de ejercer de motor para que el PSOE remonte y aguante en la Moncloa.

Fuentes socialistas apuntan que Batet es la dirigente con más opciones de volver a ser la candidata, como ya lo fue en 2019. Entonces aguantó el pulso quedando segunda frente a una ERC liderada por Gabriel Rufián -aunque en las del 28 de abril fue Oriol Junqueras el número uno-. Ahora, Illa ha dejado claro que sale a ganar para devolver al PSC la supremacía también en esta contienda como un paso más en su propósito de alcanzar la Generalitat en las próximas catalanas.

"Es de sentido común que sea Batet", aseguran desde la ejecutiva del PSC. Aunque en la reunión que la cúpula ha celebrado este lunes no se ha hablado de nombres, se ha activado el procedimiento para que se despeje rápido esta carpeta. Si una cosa no se puede permitir ahora ningún partido, y menos los socialistas, son tiranteces.

Iceta como opción

Hay una corriente mayoritaria dentro de la dirección del partido a favor de que quien encabece la candidatura sea una mujer, pese a que el ministro de Cultura y presidente del PSC, Miquel Iceta, sería también una opción, además de resultar insólito incluirlo en listas sin ser él el número uno. Pero se prevé que el eje de la campaña sea, más que nunca, que "hay que salir a frenar a la derecha", como ha trasladado este lunes Illa a la cúpula del PSC. Y de Batet destacan siempre que es la persona que se ha encargado de preservar la "dignidad" institucional en el Congreso parando los pies a Vox y a las andanadas del PP.

La tercera autoridad del Estado es una de las dirigentes que suscita más confianza en Sánchez. Ya en 2015, en un gesto inédito destinado a subrayar la apuesta del actual presidente del Gobierno por el diálogo territorial, fue la número dos del PSOE por Madrid, solo por detrás del propio Sánchez. También ejerció de coordinadora del programa electoral socialista. Desde 2016, ha sido la cabeza de lista del PSC en todas las generales que se han convocado, para dirigir primero el Ministerio de Política Territorial, antes de la coalición con Unidas Podemos, y pasar después a la presidencia del Congreso.

Este aspecto conciliador, ajeno a la crispación de la política española, se ha subrayado especialmente en los dos mítines de campaña en los que ha participado en Barcelona junto a Collboni. Y la presidenta del Congreso estuvo también en el grupo de dirigentes más cercano al alcaldable cuando salió a valorar los resultados de las municipales. Otra de los nombres barajables es el de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Pero en su caso, hay quien cree que sería "ponérselo demasiado fácil" a los partidos independentistas que la señalan como la responsable del mal funcionamiento de Rodalies.

En condiciones normales, el PSC convocaría primarias para escoger a su candidata, pero Illa ya ha dejado claro que no hay tiempo para activar todo el procedimiento, por lo que se echará mano de los actuales estatutos y reglamento del partido, que otorgan al consejo nacional -máximo órgano del partido entre congresos- la potestad para dar el visto bueno a la propuesta que haga la ejecutiva.

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