Elecciones

Un escaño cambió la noche electoral en Asturias, la incógnita del voto emigrante y la nueva escena regional

El resultado de las autonómicas y municipales congela en el PP el ruido interno, que empieza a escucharse en el PSOE

Un escaño cambió la noche electoral en Asturias, la incógnita del voto emigrante y la nueva escena regional.

Un escaño cambió la noche electoral en Asturias, la incógnita del voto emigrante y la nueva escena regional.

Vicente Montes

Apenas han tenido tiempo los partidos políticos para digerir los resultados autonómicos y municipales en Asturias y ya tienen sobre la mesa el contundente menú de unas elecciones generales en las que el PSOE y el PP se disputarán el Gobierno. La campaña electoral se extiende aún dos meses y teñirá de estrategia la formación de gobiernos tanto en el ámbito autonómico como en los municipios. Apenas habrá descanso tras la elección de alcaldes (el 17 de junio) y la designación de Presidente autonómico en la Junta General (el plazo máximo para la constitución del parlamento asturiano de la nueva legislatura es el 12 de junio).

El giro sorpresivo en la trama impuesto por Pedro Sánchez tras el varapalo de este domingo para el PSOE hará que socialistas y populares mantengan las espadas en alto para otro duelo en el que la llamada al voto útil será aún más fuerte de lo que lo ha sido en estas elecciones autonómicas.

Pero mientras los partidos se preparan para la nueva contienda a la vuelta de la esquina, la resaca electoral deja importantes claves en Asturias, que marcarán el rumbo interno de las distintas formaciones, que establecerán las condiciones y dificultades para formar gobierno o que dibujarán posibles alianzas futuras. Pero esta semana la atención está puesta en el escrutinio, el viernes, del voto de los asturianos en el extranjero, que constituye un misterio porque se desconoce su participación y nadie da por segura la orientación del reparto de esas papeletas. Hay incluso un diputado que podría estar condicionado por ese resultado y que alteraría las mayorías de bloques de izquierda o derecha en la Junta General del Principado.

Calma en el PP, agitación en el PSOEEl resultado electoral también ha tenido efectos en la temperatura interna de los partidos. En el PP las miradas estaban puestas en el recuento para evaluar cómo se abordarán los próximos meses: si había sectores que reclamarían un congreso (sin descartar la vía judicial), si se establecía una gestora o si se planteaba, incluso, un cónclave para asentar una dirección regional. Pero el buen resultado obtenido en las municipales y el logrado por Diego Canga, más el adelanto de las elecciones generales, han congelado cualquier movimiento interno. El clima entre los populares es que solo cabe empujar el resultado que obtenga Núñez Feijóo en Asturias el próximo 23 de julio. Por el contra, en el PSOE, la "pax Barbónica", la tranquilidad interna que Adrián Barbón había capeado, comienza a resquebrajarse. Si bien el líder socialista ha sacado importante ventaja en la urna autonómica respecto a las municipales, la pérdida de gobiernos locales, con insatisfactorios resultados en plazas del Occidente, el Oriente y las Cuencas, avivarán las llamadas a la reflexión interna. También en el PSOE, el adelanto electoral encapsula cualquier crítica, pero no tardarán en aflorar. Gijón vuelve a ser una agrupación caliente.

El diputado del centro que cambió el relato. El baile de un solo diputado por el centro, en torno a las once de la noche, cambió el relato del resultado electoral. El décimocuarto diputado de los socialistas en la circunscripción central acabó convirtiéndose en el duodécimo escaño de los populares. El vuelco de los datos de las grandes mesas de los principales concejos terminó por alejar, rápidamente, la posibilidad de que los socialistas lo recuperasen. La distancia fue agrandándose y se estabilizó el cómputo final de 19 diputados para el PSOE y 17 para el Partido Popular. La diferencia con una distancia de 20–16 diputados era notable. Primero porque limita a un diputado la diferencia entre los bloques y, segundo, porque le alejaba a Barbón las posibilidades de plantearse un gobierno en solitario buscando acuerdos en la Cámara. Ahora, ni siquiera PSOE e IU suman los 23 votos de la mayoría parlamentaria. La desaparición de escena de Ciudadanos complica cualquier "aritmética variable" que los socialistas solo podrían ejercer con los solitarios diputados de Foro y Podemos.

La candidatura de Barbón recibió 19.638 votos más que las locales del PSOE; la de Canga, 24.993 más que las municipales del PP

El voto extranjero es aún insondable. El cambio en el modo en que ejercen su voto los asturianos que residen en el extranjero convierte ese escrutinio en un misterio. Hasta estas elecciones, los votantes registrados en el Censo de Residentes Ausentes debían solicitar el voto (voto rogado) y después ejercerlo: un papeleo que resultaba disuasorio para la gran mayoría. De hecho, en 2019, de los 117.880 censados únicamente introdujeron papeleta 2.895 personas. La mayoría de papeletas fue para el PSOE y el PP fue cuarta fuerza, después de Podemos y Ciudadanos. Pero ahora 123.000 asturianos han podido votar en otros países casi con las mismas facilidades que cualquier residente en el Principado: votando en las oficinas consulares o enviando el sufragio por correo. Antes de que se estableciese el ruego del voto, la participación llegó a ser de 15.153 votantes en las autonómicas de 2007. El escrutinio se celebrará el viernes y hasta ese mismo día, a las 8 de la mañana, podrán llegar papeletas de los consulados a la Junta Electoral Central en Oviedo. Es cierto que históricamente ese voto favorecía a los socialistas, pero ahora nadie se atreve a hacer un pronóstico. El PP confía en que la campaña de captación de voto realizada por Diego Canga en Europa e Hispanoamérica de como resultado el vuelco de un diputado en la circunscripción oriental. Los populares necesitan sacar una ventaja de 935 votos a los socialistas para poder arrebatarles un escaño. De conseguirlo, la lectura de las elecciones autonómicas sería bien distinta: socialistas y populares empatarían a 18 escaños y la derecha sumaría mayoría. Eso exigiría una victoria rotunda del PP en esa urna extranjera. El cambio de escaños en otras circunscripciones resulta muy improbable: en el centro la disputa ha terminado entre Vox y Podemos, con una ventaja para los de Abascal de más de 4.000 votos, y en el Occidente quien podría arrebatar escaño es Foro, pero necesita 2.883 votos. Otra posibilidad numérica, pero improbable, sería un aluvión de votos en la circunscripción central que colocase a Foro Asturias por debajo del 3% que permite la entrada en el reparto de escaños, pero hablaríamos de la llegada de casi 37.000 votos y que ninguno de ellos fuese para los foristas.

IU se ve como el interlocutor en Asturias para el proyecto de Sumar de Yolanda Díaz

Foro entró en la Junta por los pelos, pero es clave. Con el resultado escrutado la noche del 28M los socialistas ven claro que habrá que lograr un acuerdo firme con IU. Pero la mayoría parlamentaria podría permitir el juego con el único diputado de Foro, Adrián Pumares. Sin embargo, la posición de los foristas en la arena autonómica está condicionada por la gobernabilidad municipal en Gijón. El PSOE fue el partido ganador, pero no suma para lograr la Alcaldía. En cambio, Foro, con Carmen Moriyón, sí puede conseguirlo. La clave estará en sí Moriyón sella una alianza firme con el PP o, en cambio, los socialistas le facilitan el gobierno a cambio de cierta "transversalidad". El diputado en la Junta puede ser pieza influyente para Moriyón en las decisiones del gobierno autonómico, pero solo si se mantiene en una posición centrada y negociadora con los socialistas. Con máxima cautela y tacto ya han empezado algunas conversaciones. Pero el PP no ha dudado en dejar claro que espera un gobierno de coalición en Gijón. Lo que ocurra en Gijón afectará al clima en la Junta General.

Resultados electorales Junta General del Principado.

Resultados electorales Junta General del Principado.

La "caprichosa" ley d’Hondt. El sistema de reparto de escaños, mediante la denominada ley d’Hondt, establece algunas paradojas. Por ejemplo, los socialistas mejoraron en número de votos y en porcentaje respecto a 2019, pero se quedaron con un diputado menos, debido a la pérdida del cuarto escaño en el Occidente. Otra variable: si PP y Foro hubiesen concurrido juntos y el resultado hubiese sido equivalente a la suma de sus votos, el resultado autonómico no habría variado y la izquierda seguiría teniendo mayoría, pero en Gijón aún hubiesen sumado otro concejal a costa del que perderían los socialistas.

El "sabor" del gobierno y el contexto económico. Izquierda Unida, que con sus tres escaños es el aliado prioritario para los socialistas, dejó claro durante toda la campaña electoral que su posición inamovible es la de formar un gobierno de coalición. El PSOE, con su victoria debilitada, no tendrá otra que escuchar ese planteamiento. Pero conformar un gobierno que, como señaló IU, de "un giro a la izquierda" al Ejecutivo de Barbón también tiene sus riesgos. La coalición que lidera Ovidio Zapico ha puesto peaje a su apoyo: asumir una consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y establecer una nueva ley de Calidad Ambiental. Pero esta ley está considerada por el PSOE una pieza angular para la simplificación administrativa, impulsando declaraciones responsables y simplificaciones que ahorren trámites. Las posibles alteraciones a esa norma tendrían como consecuencia una respuesta de descontento de los agentes económicos y, también, resistencias dentro del propio PSOE, en especial de quienes han representado el lado más próximo a la actividad empresarial. Por tanto, un pilar dentro del cambio de paradigma que Adrián Barbón ha dibujado para la Asturias de los próximos años. Lo más difícil de conformar de un posible gobierno de coalición será establecer las discrepancias pactadas. Y que una vez firmadas se asuman sin estridencias. Si no es así, será una coalición con tensiones constantes.

Todos los diputados de la Junta.

Todos los diputados de la Junta.

La necesaria articulación de nuevas relaciones entre PSOE y PP. El diálogo entre los dos grandes partidos en la pasada legislatura fue bastante limitado. El PSOE contaba con Ciudadanos para ampliar mayorías y jugaba con la variedad de posibles alianzas a su antojo. Pero el bipartidismo imperfecto ha quedado claramente asentado en el parlamento y algunas de las grandes cuestiones, como el camino hacia la reforma de la administración o el planteamiento de una reforma estatutaria, deberían pasar por el acuerdo de los dos principales actores. Pero, en estos momentos, los puentes entre socialistas y populares están rotos. La campaña electoral polarizó el antagonismo entre Adrián Barbón y Diego Canga y apenas hay interlocución entre otros dirigentes.

El bipartidismo imperfecto de la Junta obliga a los dos grandes partidos a recomponer los puentes rotos, pero las generales aplazarán cualquier intento

Las lecturas municipales. Socialistas y populares se atrincheran también en sus interpretaciones más favorables para obtener la lectura más positiva de las elecciones. El PP destaca el aumento en el poder territorial, pasando de siete a diez alcaldías, la posibilidad de sumar otras cinco mediante acuerdos o participar en otros seis gobiernos municipales sin ser la fuerza más votada. El PSOE, consciente de que el análisis municipal no es el más favorable, señala la fortaleza de Adrián Barbón como líder autonómico. Su candidatura obtuvo 19.638 votos más que las papeletas de su partido en los comicios locales. En los populares, también Diego Canga sumó en Asturias 170.331 votos frente a los 145.338 de las listas municipales: 24.993 sufragios más. Gran parte de esa diferencia se debió al trasvase de votos en Gijón. La lista autonómica del PP recibió 18.590 votos más que la municipal. En el caso del PSOE, la diferencia a favor de Barbón fue 9.004 votos.

Y la izquierda del PSOE, a la carrera para Sumar. El adelanto electoral de las generales ha supuesto que en diez días Yolanda Díaz debe conformar su proyecto de Sumar. Hasta ahora han sido evidentes las tensiones entre ella y la dirección de Podemos. Para llegar a tiempo, deberán aparcar diferencias o arriesgarse a asfixiar el proyecto. En Asturias, la posición de IU da ventaja a la coalición para erigirse como la voz principal. No hay respiro pues: en dos meses los partidos deberán tener a punto su maquinaria y prepararse para otra batalla. La segunda parte del 28M se llama 23J.

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