Malas noticias para aquellos que hereden: adiós a retirar el dinero de la cuenta bancaria

Hay medidas sanciones a nivel penal en función de la cantidad retirada ilegalmente.

Un hombre utiliza un cajero automático

Un hombre utiliza un cajero automático / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Manuel Riu

La herencia yacente se refiere al estado en que se encuentra el patrimonio de una persona fallecida desde su deceso hasta que los herederos toman una decisión respecto a la herencia. Durante este intervalo, los bienes permanecen sin un propietario claro, aunque los herederos potenciales tienen la capacidad de gestionarlos para su conservación y administración ordinaria. 

Podemos definir la herencia yacente como la situación legal que se da de manera transitoria entre el momento de la muerte de alguien hasta que sus herederos deciden aceptar o rechazar su herencia, exista o no testamento., cuentan desde Sello Legal.

Durante este período, los bienes de la herencia estarán temporalmente sin propietario conocido y serán administrados por el albacea designado por el difunto, los herederos o, en su defecto, por el tribunal.

Forman parte de una herencia yacente todos los bienes que conforman el patrimonio del difunto, que en ese instante carecen de titular. 

Esto incluye tanto los bienes como los derechos, así como las obligaciones y las deudas que ha dejado el fallecido.

En cuanto a la duración, aunque no hay un plazo concreto para aceptar o rechazar una herencia, sí que existe un periodo legal para su reclamación, que es de 30 años, tiempo que tarda en prescribir el derecho de los herederos.

Las cuentas bancarias del fallecido forman parte del patrimonio en herencia yacente. Los herederos deben notificar a las entidades bancarias sobre el fallecimiento y proporcionar la documentación necesaria, como el certificado de defunción y el testamento o declaración de herederos, para acceder a la información de las cuentas. 

Es fundamental que los herederos no realicen retiradas de efectivo o movimientos en las cuentas sin la debida autorización y sin haber seguido antes los procedimientos legales correspondientes. Retirar dinero sin el consentimiento expreso de todos los herederos y sin contar con la tramitación necesaria puede constituir un delito de apropiación indebida, con posibles sanciones a nivel penal en función de la cantidad retirada ilegalmente. 

Las cuentas bancarias del fallecido pueden seguir generando comisiones de mantenimiento y otros gastos mientras se encuentran en estado de herencia yacente. Es responsabilidad de los herederos gestionar estas cuentas para evitar la acumulación de deudas que puedan disminuir el valor del patrimonio heredado. 

Respecto a los impuestos, igual que ocurre con la herencia propiamente dicha, la herencia yacente también está sometida a determinadas obligaciones tributarias, como el IRPF, el IBI o la plusvalía, si hay bienes inmuebles. 

También puede suceder que forme parte del caudal hereditario alguna empresa, en cuyo caso entrarán en juego impuestos como el IVA y otras obligaciones como la llevanza de la contabilidad o la emisión y el pago de facturas.

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