L'home bo es la historia de una amistad y de una rivalidad. Juliet d´Alginet y Rovellet fueron dos tótems de la pelota valenciana en los años 40 y 50. Archienemigos dentro del trinquete, pero con una enconada amistad fuera, en la vida, donde departían amigablemente a la portezuela de casa cuando se hacía de noche…

El Hombre bueno, en el mundo de la pelota, es el juez, el árbitro, el que decide si la pelota es buena o no, el que decide quién ha ganado el quince. Ellos nunca necesitaron al Hombre bueno, porque ellos eran el Hombre bueno.

Los trinquetes fueron durante la dictadura un lugar de resistencia, donde se hablaba, pensaba y jugaba en valenciano. Donde el pueblo podía sentirse libre. Julio Palau y otros muchos como él contribuyeron a que la identidad del pueblo valenciano resistiera en una época donde se quería acabar con cualquier singularidad.

Chiss! Esta es la hisoria de gente que quería y se quería … y nosotros vamos a escuchar su historia… La historia de hombres buenos