En un ambiente típicamente oriental, Elvira, esposa del Bey, Zulma, su criada, Haly, el capitán de los piratas turcos y los eunucos de Palacio, se duelen del desprecio a que tiene sometida a Elvira el Bey; la llegada de éste acaba de confirmar las sospechas de Elvira, puesto que después de lanzar ataques contra las mujeres, acaba por hacer callar a su esposa rogándole que no le moleste más con sus chillidos. Cuando todos han salido, Mustafá ordena tajantemente a Haly que busque por todos los medios otra mujer, una italiana, cuyos encantos le hagan olvidar las penalidades a las que le ha sometido Elvira, la cual le será entregada como esposa a Lindoro, un esclavo italiano que se la llevará lejos y así podrá vivir tranquilo.