“Mi trabajo se basa en la exploración de la abstracción de la danza o del movimiento, poniéndolo en una situación concreta que lo convierte en algo más conceptual. Eso me permite enfatizar los sentimientos y las emociones de los intérpretes en el escenario. El movimiento puede parecer muy abstracto, pero como humanos, usamos algo muy tangible que es nuestro cuerpo. El vinculo entre lo real y la imaginación es algo fundamental en mi investigación.

Como intérpretes, tenemos la oportunidad de jugar con esta fina línea donde nada es completamente ni lo uno ni lo otro, entonces creo este concepto en los cuerpos, y también en el espacio. Nuestros cuerpos acaban siendo pequeños en el espacio, pero nuestra imaginación nos da la oportunidad de ir más allá de nuestras fronteras físicas y acabar con los límites. Nuestra mente tiene un poder subestimado y es una herramienta maravillosa que hace que todo lo que conectes con tu cuerpo se convierta en otro camino para buscar y alcanzar la virtuosidad. Pero requiere tiempo para conseguirlo; de hecho, el concepto del tiempo también es algo con el que me gusta jugar. Siento mucha adrenalina cuando veo velocidad porqué como intérprete, puedo sentir el esfuerzo y la complejidad del camino que lleva a ello. Pero se tiene que gestionar bien para no desaparecer en ello: para enfatizarlo, necesitas tener silencios y momentos de lentitud en el cuerpo, lo que es aún más poderoso y también difícil de aceptar y conseguir. Como creadora y artistas, cuando encuentras un concepto con el que jugar, siempre es importante jugar también con su opuesto. Te da un mayor rango de oportunidades y deja que tu cuerpo y tu mente muestren la belleza del movimiento a través de un simple gesto”.

Danza: Lali Ayguade