El pintor Pep-Maur Serra (P-MS), sabe que el paisaje es el fundamento. Fundamento de cultura, de creatividad, de sentido, de pensamiento y de una sensorialidad íntima e identitaria que es, sobre todo, una forma de conocimiento.

P-MS desde hace tiempo se ha dedicado a trasladar a la tela unas visiones, unas panorámicas, unas estilizaciones, unos cromatismos y unas perspectivas sobre los “sus” paisajes que nos dicen cosas nunca vistas, un flujo de imágenes que inspiran y hacen tomar a la natura unas formas y unas significaciones nuevas que nos ofrecen un mundo plural, complejo, a veces onírico, a veces echado a perder, que podría ser un sismograma de un planeta que sangra por muchos lados. PM-S destapa, muestra y demuestra, desvela y vela, huye a la escapada de cualquier grasa retórica, busca la eficacia de los pequeños gestos, de los vínculos inesperados, de las conexiones instintivas, de las realidades hondas y de las imaginaciones fértiles. Y sabe encontrar una manera singular y delicada de expresar todo aquello que quiere decir. Hay algo del trabajo de los maestros orientales con su sensibilidad pausada y pautada, su refinamiento sencillo y este gusto sutil para conseguir los efectos más impensables con un archivo de brumas.

POSTAL 2021. Y el mes de julio de 2021, después de una demanda fervorosa del Festival Chopin justo cuando se decidió que este año se haría, P-MS se pone a trabajar a destajo y con pasión para realizar este proyecto diferente dentro de su investigación siempre experimental y arriesgada. El resultado es esta instalación, Postal 2021, un bote equilibrado e intenso, crítico y salvaje del pintor P-MS encima las ruinas de unos paisajes vitales, que con la ayuda de la memoria, de la ironía y de una gran energía luchadora, consigue descubrir un itinerario, algunos hitos y voces de colores que sobreviven a la destrucción inacabable.

Postal 2021 es pintura de resistencia que hace pensar. Como una iluminación inesperada. Como un grito despertador. Como una liberación repentina. Como un cómico canallesco. Como un golpe azul de grafitero. P-MS no deja nada para achicharrar, no deja nada de lado, no deja nada libremente. Cuando veo estas telas reconozco la compañía de los siglos. Cuando me paseo por esta instalación puedo comprender que en unos centímetros cuadrados de pintura pueden salir universos enteros. Cuando veo estas grandes imágenes descubro la riqueza de las respuestas que no necesitan preguntas. Desde el mirador de mi contemplación gusto de cada hallazgo inesperado, de cada veneno creador del elixir que cura, de cada efecto benéfico de las semillas de un alfabeto que forman un plantel de constelaciones que muestran la esplendorosa belleza del mundo.

En la instalación Postal 2021, he descubierto que hay un juego entre contemplación y acción de tal manera que la percepción de las imágenes generales y de los detalles mínimos, de las panorámicas abiertas y de las platas y de los dorados de la pintura, del baile de las letras y la investigación de los sentidos, crean una desmesurada sensación de tiempo como si los instantes fueran milenios.

Por aquí hay uno de los muchos caminos para penetrar en una instalación que nos rompe las expectativas y nos invita a visitar los territorios de la incertidumbre, del impredecible y del imprevisible. Pasearse por los intervalos, por los contrasentidos, por el improcedente y por el excesivo.

P-MS ha escenificado con rasgos brutales llenos de detalles delicadísimos el paisaje como disidencia y como combate contra la destrucción que no se acaba nunca. La pintura encendida por el espray ardiente!