Un profesor de clásicas ha sido destituido de su cargo en una universidad y pasa sus días en un centro de reeducación. En su cabeza se mezcla la realidad y la ficción, lo cual le

comporta diferentes conflictos con la dirección del centro.

Empieza aquí un debate para reflexionar sobre los límites de la moral y la libertad de expresión. Estamos expuestos a una sociedad sobreprotectora capaz de vetar contenidos a juicio de algunos, aquellos que se esconden detrás de unas plataformas que les ofrecen total anonimato, las redes sociales, las hogueras de la actualidad.

Ponemos el foco en la infantilización del mundo adulto que conlleva vivir en una ilusión, en un Mundo Disney, donde el arte debe ser correcto, fácil y que no haga daño. Arte vaselina.

No estamos en un juego de buenos y malos, ni en determinar la moral a seguir, tratamos de iluminar la falsedad de manera tan evidente que el propio espectador descubra otra realidad insospechada.