Tras el cierre de las casas de París, Barcelona, Madrid y la de San Sebastián, que fue la que mas tarde se cerró, en 1969, muchos de sus colaboradores y personas que se habían formado con él se lanzaron al mundo de la moda. Felisa Irigoyen y José Luis Molina crearon la marca Felisa y José Luis. Otros, como las firmas Villahierro, Ungaro o Courrèges, fueron los grandes nombres del final de los 60 y la década siguiente. Su amigo Hubert de Givenchy se dedicó a trasmitir el legado Balenciaga.