Había una vez una familia de Girasoles que vivían felices en un hermoso prado, grande y soleado. Todos los girasoles eran encantadores: alegres, juguetones y siempre amables. Todos… menos uno. Había un girasol que no se reía nunca, no charlaba con nadie y que siempre pensaba en sus cosas…

Así comienza este entrañable cuento con guión y adaptación de Francisco Guirado, repleto de valores como la solidaridad, el trabajo en común, cooperación y el respeto al diferente. Una imaginativa historia llena de fantasía, realizada con la mágica técnica del teatro negro y una fantástica banda sonora original.