Solitudes es la historia de un anciano, cuya principal ilusión en la vida era jugar a las cartas con su mujer, que enviuda repentinamente. Su familia, hijo y nieta, se hacen cargo de él. Pese a esforzarse de la mejor manera de la que son capaces, le atienden pero no le acompañan. El abuelo no logra hacerles entender que lo único que necesita es compañía, aunque sea jugando a las cartas tal como lo solía hacer. Se siente tan desvalido que acaba saliendo a la calle a buscar con quien jugar encontrando como única compañera una prostituta primeriza. El descubrimiento por parte del hijo de la prostituta en casa desencadenará una serie de acontecimientos cruciales en la vida de estos tres personajes.

Aparentemente una historia sencilla, pero repleta de metáforas y de reflexiones acerca de las relaciones humanas, la necesidad de afecto, la incomunicación y en qué medida nuestros prejuicios son capaces de imposibilitar la felicidad de otras personas y por supuesto la nuestra.