Diez años de guerra.

De una guerra que empezó por causa de una sola mujer o quizás no. Una sola mujer no puede convertirse en el motivo de una guerra, pero sí en la excusa de una guerra. Y siempre sirven las excusas.

Ahora, con la ciudad destruida y los hombres asesinados, quedan las mujeres como preciado botín. Serán sorteadas, violadas,

humilladas, asesinadas… Despojadas de todo atributo humano con el pretexto de la victoria. La historia se repite en el ahora: la violencia contra la mujer en tiempos de guerra.

Cómo entendemos las excusas de aquella guerra antigua en las guerras de ahora, cuando las excusas se confunden con las mentiras.

Cómo entendemos en los silencios de algunas mujeres las excusas de las palabras de algunos hombres.