La actriz alemana Nina Hoss y la española Greta Fernández ganaron este sábado, ex aequo, la Concha de Plata del 67 Festival de San Sebastián por sus interpretaciones en "La audición", de Ina Weisse, y "La hija de un ladrón", de Belén Funes, respectivamente.

El papel de una profesora de violín inestable y torturada por sus miedos le valió a Hoss este galardón, que comparte con Greta Fernández por su interpretación sincera y naturalista de una joven madre que lucha por sobrevivir en el mundo que le ha tocado y que mantiene una relación tóxica con su padre, un expresidiario.

El filme de Ina Weisse aborda la deriva psicológica de esta profesora desde el momento en que comienza a dar clases a un alumno en el que intuye que se esconde un genio, mientras observa cómo su hijo, estudiante del mismo instrumento, no le presta al violín la dedicación que ella cree que debería.

El largometraje de Funes cuenta la historia de Sara, de 22 años, que vive en un piso social con su bebé y trabaja limpiando donde puede, pero busca un empleo decente que le permita sacar a su hermano menor del centro asistencial donde le abandonó su padre y vivir con él y con su hijo en un verdadero hogar.

Las dos actrices agradecieron el premio por los papeles que les han cedido sus realizadoras.

Muy emocionada y "nerviosa", Greta Fernández dedicó su galardón "a todas las mujeres, a todas las Saras que luchan cada día por tirar adelante y tener una vida decente, porque ellas sí lo merecen".

Además de agradecer el apoyo que ha recibido del equipo de la película, al certamen, al jurado y, sobre todo, "a la maravillosa directora" por pensar que ella podía ponerse "en la piel y los ojos de Sara".

Asimismo dirigió la dedicatoria a su abuela y a sus padres, él el actor Eduard Fernández, el otro protagonista de "La hija de un ladrón", y a su madre, la escritora Esmeralda Berbel Perdiguero.

"Mi madre me ha dedicado todos sus libros y mi padre sus premios, y yo les dedico el mío porque ellos me han dejado ser quien yo quiero ser", agregó.