En 2019, en la presentación de su fabulosa restauración de la Procuraduría Vieja en la plaza de San Marcos, el arquitecto británico David Chipperfield lamentaba la desesperanzada situación de la ciudad de los canales: "Es demasiado tarde, Venecia es una ciudad tomada por el turismo". Ese mismo año, un crucero de la compañía MSC perdía el control y se precipitaba contra el muro del puerto de San Basilio. El turismo masivo y sus devastadoras consecuencias son, precisamente, el punto de partida de la última película de Álex de la Iglesia, Veneciafrenia, cuyo estreno mundial tuvo lugar este sábado en el Festival de Sitges, fuera de competición.

En ella, cinco jóvenes turistas españoles, modélicos representantes del turismo de resaca, llegan a Venecia en pleno carnaval, pero sus ganas de fiesta se irán al cuerno cuando un pirado disfrazado de bufón Rigoletto empiece a hacerles la vida imposible. Una sangrienta mascarada de terror puro protagonizada por Ingrid García Jonsson, Silvia Alonso y Cosimo Fusco dotada del inequívoco, aunque algo más contenido, sello de Álex de la Iglesia.

¿Qué le ha llevado a preocuparse por las consecuencias letales del turismo masivo?

Yo he estado en Venecia disfrutando de la ciudad y diciendo: "Oye, qué lástima, esta ciudad se hunde". Pero luego pienso y me digo: "Si soy uno más, otro que colabora a que esta ciudad desaparezca". Tendemos a no pensar que somos turistas, que el turista es otro, pues yo sí soy un amante real de la ciudad. Y de pronto te descubres a ti mismo como parte del problema: como turista contribuyo a ese desarraigo, pues vemos la vida a través de una máscara o de un móvil y no hacemos nada por impedirlo.

El turismo masivo es una lacra en ciudades como Barcelona, pero imagino que la estética del carnaval de Venecia era algo demasiado tentador para usted.

En efecto, es un problema extrapolable a Barcelona o a cualquier ciudad en la que su alma, que es el centro histórico, está desapareciendo a manos del turismo rampante. Pero es inevitable pensar en Venecia como un lugar único, algo a preservar porque es una representación de lo que consideramos la belleza. Como la Capilla Sixtina o algo parecido. Venecia es un lugar bello y siniestro a la vez. Es como contemplar un cadáver maravilloso en un mundo que está desapareciendo. Todos tenemos algo de necrófilos en Venecia. Destruimos lo que amamos.

¿Cómo vivió el rodaje en Venecia en los momentos más imprevisibles de la pandemia?

Fue terrible, delirante. La ciudad estaba absolutamente cerrada y la gente sufría mucho. Era hipnótico pasear por Venecia como si fuese un set de rodaje vacío. Atravesar el Gran Canal o la plaza de San Marco producía tanta fascinación como terror.

"El problema de Venecia es extrapolable a Barcelona o a cualquier ciudad en la que su alma desaparece a manos del turismo rampante"

¿Es verdad que coincidieron con el rodaje de 'Misión: Imposible 7’?

Lo es, lo es. Pero ellos [ríe] tenían un equipo mucho más numeroso. Una noche, Tom [Cruise] iluminó toda San Marcos, y nosotros nos pusimos en un rincón y rodamos con sus luces. Nunca se dio cuenta.

Usted hizo su penúltimo trabajo, la serie '30 monedas', para HBO y 'Veneciafrenía' está coproducida con Prime Video. ¿Se siente cómodo trabajando para plataformas de 'streaming'?

Sin duda. Yo no temo al cambio. El mundo se está transformando y ese cambio es un desafío y una ventaja. Estoy absolutamente convencido de que el modelo de salas y de 'streaming' es totalmente compatible. Se trata de que los cines tomen conciencia, y ya lo están haciendo, de que tienen que ofrecer otra cosa, tanto el producto espectáculo como el producto que no se halla en las plataformas, convertirse en lugar donde degustar, digamos, cine ‘gourmet’.

"El modelo de salas y de 'streaming' es totalmente compatible. Se trata de que los cines tomen conciencia"

'Veneciafrenia' es el primer título del nuevo sello The Fear Collection, en el que participa su propia productora. ¿Síntoma de buena salud del género en España o quizá al contrario, necesidad de corregir un mal momento?

Históricamente ha habido una tendencia muy interesante de creadores en España para los que el terror ha estado muy presente. Y con The Fear Collection queremos que esa tendencia histórica se reproduzca de nuevo. Nuestro objetivo es estrenar cada año dos o tres películas de terror puro. La siguiente es de Jaume [Balagueró]. En apenas un mes empezamos el rodaje de 'Venus'. Un proyectazo basado en 'Los sueños en la casa de la bruja', de Lovecraft. Jaume es uno de los más grandes directores del género fantástico.

Hace 25 años, usted estrenó en Sitges 'El día de la bestia', pero no pudo competir porque era jurado.

Hostia, ¡no me acuerdo de eso! ¿De verdad?

Eso he leído en la prensa de la época.

En aquellos tiempos hacíamos las cosas sin pensar ya no solo en la repercusión, sino en las estrategias que debíamos seguir. Hacer la peli ya era suficiente. Terminábamos agotados. Ahora me lo habría pensado mejor [ríe].

¿Qué queda hoy, en 2021, de aquel joven De la Iglesia de 1996 con todo por hacer?

Fundamentalmente creo que somos los mismos, para bien o para mal. No maduramos, pero aprendemos a esquivar los golpes y a saber qué abrigo debemos ponernos cuando llueve. No creo que con el tiempo seamos mejores. Lo importante son las intenciones y las ganas, y esas siempre son las mismas. Entre los 18 y los 25 años te defines a nivel estético y emocional. Y a partir de ahí, la vida es un poco la defensa de ese personaje.

"Gracias a Patricio Estrella la vida me resulta más cómoda. O gracias a ese episodio de 'Ricky & Morty'. O a esa película nueva de Ari Aster"

Pero hay mucha gente de su edad, mediados los 50, que se ido desprendiendo de su apego a la cultura pop y la fantasía con el paso del tiempo.

Es posible que haya gente que ya no se atreva a según qué cosas por cierta tendencia a no contar quién es. Un tipo de máscara. Pero, ojo, los que reivindicamos ese punto adolescente o infantil como forma de ver la vida nos colocamos también nuestra mascara: hoy llevo una camiseta de 'Carrie' porque me apetece, y aquí, en Sitges más que nunca. Es como decir: "Hola, soy uno más, soy uno de los vuestros".

¿Hasta qué punto la fantasía, lo diabólico, lo cósmico, es importante en su vida?

Es esencial. No sabría vivir de otra manera. La fantasía es una manera de hacer la vida soportable, si no sería un infierno. También es mi única manera de interpretar, de comprender la realidad. Gracias a Patricio Estrella la vida me resulta más cómoda. O gracias a ese episodio de 'Rick & Morty'. O a esa película nueva de Ari Aster. Todo eso me hace la vida llevable y comprensible. 

Álex de la Iglesia, con Enrico Lo Verso, Silvia Alonso e Ingrid García-Jonsson, en el rodaje de 'Veneciafrenia' en Venecia. Arianna del Grosso

¿El cine de género es hoy el mejor cine que se puede ver?

Absolutamente sí. Ves 'Dune' o 'Hereditary' o 'Mandy' y no solo percibes que te entretienen y te hacen feliz, sino que son el ejemplo de que el género fantástico es lo más interesante que se puede ver ahora mismo en el audiovisual, sea cine o tele. Recuerdo cuando veía 'La rosa púrpura de El Cairo' y pensaba: «Qué gran comedia, qué suerte haber coincidido con ella en el tiempo y haberla disfrutado en una sala de cine». Hoy esto ya no me pasa con la comedia. Solo con el terror y el fantástico.