El cineasta Paolo Sorrentino cumplió este martes el "sueño" de estrenar en su ciudad natal, Nápoles, su última película, 'Fue la mano de Dios', su trabajo más personal y ambientado en esta pintoresca ciudad del sur de Italia.

"Estoy muy emocionado de celebrar el estreno en Nápoles. Era un sueño para mí y ha sido mi deseo. Estoy feliz, emocionado y tenso como es normal", declaró a los medios al llegar al cine Metropolitan de Nápoles, rodeado por muchos seguidores.

En la presentación, el realizador estuvo acompañado por el reparto de la película, encabezado por Toni Servillo, su actor fetiche. 'Fue la mano de Dios' ('È stata la mano di Dio', en su título original) será estrenada en salas el 24 de noviembre, mientras que llegará a Netflix el 15 de diciembre, y representará a Italia en la carrera por el Oscar.

La película le valió el León de Plata Gran Premio del Jurado en el festival de Venecia de este año. Además, su protagonista, Filippo Scotti, obtuvo el galardón Marcello Mastroiani como mejor actor emergente del certamen.

Se trata de su trabajo más intimista, al retratar sus años de juventud y la muerte de sus padres por la fuga de gas de una caldera durante unas vacaciones en una casa de montaña, a la que él no acudió por ver un partido del Nápoles de Diego Armando Maradona.

Sorrentino, ganador del Oscar por 'La Grande Bellezza' ('La gran belleza', 2014) a la mejor película extranjera, vuelve con 'Fue la mano de Dios' a su ciudad natal, en la que no rodaba un largometraje desde hace dos décadas, con su ópera prima, 'L'uomo in più' ('Un hombre de más', 2001).