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Nora Ephron: 10 años sin la mujer que restauró el honor de la comedia romántica

En el 10º aniversario de la muerte de la guionista de 'Cuando Harry encontró a Sally', TCM estrena el día 26 un documental sobre a su figura

Nora Ephron.

Nora Ephron sigue entre nosotros: se advierte en cada nueva comedia romántica que se estrena, en series brillantes como 'Fleabag' y 'Starstruck', en las que Phoebe Waller-Bridge y Rose Matafeo, respectivamente, homenajeaban a la vez que reelaboraban el legado de la guionista de 'Cuando Harry encontró a Sally'. Pero si atendemos a los prosaicos calendarios y a la triste realidad, el domingo, día 26, hará 10 años de su fallecimiento a causa de la leucemia. Tenía 71 años. 

Ese mismo domingo, TCM estrenará el documental de 2015 'Todo es una copia', un intento de su hijo Jacob Bernstein (mano a mano con Nick Hooker) por entender mejor a su madre a través de familiares, amigos y colaboradores de aquella. Más allá del proceso de búsqueda, todo fue una excusa, admitió Bernstein a Terry Gross en la NPR, de pasar más tiempo con Nora: "Verla en un monitor, leer sus antiguos ensayos, volver a leer 'Se acabó el pastel'… Ahí estaba su voz, alta y clara". 

Reivindicación

El estreno tardío de 'Todo es una copia' será el colofón de un mes de cierto revival: el pasado día 6, Libros del Asteroide lanzó en español 'No me acuerdo de nada', breve pero intensa colección de ensayos de 2010, lo más parecido a unas memorias que escribió Ephron. Relativas memorias, si tenemos en cuenta que ya en el primer texto detalla las múltiples formas de olvido que por entonces la aquejaban. 

Hagamos algo de memoria. Nora Ephron nació en Nueva York en 1941, de padres autores teatrales. Estos se llevaron a la familia a Beverly Hills porque querían escribir para Hollywood, lo que lograron sin acabar de despuntar. Antes de llegar a ser lo que sus padres no fueron, Ephron estudió Políticas, fue chica del correo en 'Newsweek' y escribió sobre asesinatos en el 'New York Post'. Su segundo marido, entre 1967 y 1976, fue Carl Bernstein, conocido como uno de los hombres que destapó el Watergate, pero también como el tipo que rompió el corazón a Nora Ephron. 

Relación tormentosa con Bernstein

Ella misma lo contó con vividez en la novela 'Se acabó el pastel' y se encargó, de paso, de adaptar el libro al cine; su segundo guion para Mike Nichols después de 'Silkwood'. Bernstein quedó tocado por la experiencia, pero accedió a salir en el documental de su hijo sin saber muy bien cómo iba a salir parado. Jacob es magnánimo y le muestra como, si no buen marido, sí al menos un padre preocupado por estar cerca de su descendencia. 

Pero el guion que encumbró realmente a Ephron era más optimista en su visión de las relaciones entre hombres y mujeres. Optimista sin dejar de ser realista: es difícil que unos y otras sean amigos sin que segundas intenciones acaben cargándose todo. 'Cuando Harry encontró a Sally' partió de una idea del director Rob Reiner: "Hagamos una película sobre un hombre y una mujer que se hacen amigos y no se acuestan para no arruinarlo, pero un día lo hacen y lo arruinan". Y arruinándolo, nos hacían volver a creer en el amor. No ha vuelto a estrenarse otra comedia romántica tan inspiradora desde entonces, por mucho que los fans de Jenny Han ('A todos los chicos de los que me enamoré') queramos autoengañarnos de vez en cuando.

Ya convertida en directora, Ephron siguió explorando el género con 'Algo para recordar', casi más sobre el amor en las películas que sobre el amor, o 'Tienes un e-mail', su versión actualizada de 'El bazar de las sorpresas' de Lubitsch. Algo más adelante, con 'Julie y Julia', exploraba una idea no muy popular en el cine: el matrimonio romántico. Así es, después del beso final y el casarse, dos personas pueden seguir pasándolo bien. A Ephron le pasó con Nicholas Pileggi, el autor de los libros que dieron pie a 'Uno de los nuestros' y 'Casino'. La felicidad de Julia (Meryl Streep) y Paul Child (Stanley Tucci) es un claro homenaje a la eterna aventura de Nora y Nicholas. 

La vida como material para escribir

Todo lo malo, pero también lo bueno, o incluso lo neutral, que pasa en la vida es material para el escritor. Esa era la filosofía de su madre, Phoebe Ephron: "Todo es material". Pero Nora pasó de utilizar la diagnosis de leucemia para nada. De hecho, mantuvo su enfermedad en secreto todo lo que pudo. Hubo amigos a los que invitó a una última cena que solo ella sabía que sería la ultima. Fanática del control, debió sentirse frustrada por topar con algo que escapaba a cualquiera de sus voluntades. "Mantenerlo en secreto era algo que le permitía moverse por el mundo con una sensación de control", dijo Jacob Bernstein a Gross en la citada entrevista en la NPR.

Pero en 'No me acuerdo de nada' había ciertas pistas: en cierto modo, Nora nos estaba invitando a todos sus fans a una última cena. El librito se cierra con dos listas, una de 'Cosas que no echaré de menos' y otra de cosas que sí. Entre las segundas están "la primavera", "pasear por el parque", "cenar en casa los dos solos" y, por cerrar sin excesivo dramatismo, "las tartas". ¿Referencia al tartazo de Rachel/Nora a Mark/Carl en 'Se acabó el pastel'? La gran broma final. El postre.

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