Si estrenar dos películas en cuestión de seis meses ya puede considerarse un logro, imagínense que, además, una de ellas se convierte en éxito sorpresa de la temporada y otra recibe las alabanzas de Martin Scorsese. Esa clase de 2022 está viviendo Ti West, miembro aventajado de aquella generación de directores independientes estadounidenses (otros, Adam Wingard, Simon Barrett o el colectivo Radio Silence) que hace una década y media nos enseñó cómo podía lograrse máximo terror con mínimo presupuesto.

El citado 'sleeper' fue 'X', su personal homenaje al cine 'exploitation' de los setenta, oportunidad para Mia Goth de lucirse en un doble rol: el de hija de predicador metida a actriz porno y una anciana asesina. En esta última se centra 'Pearl' (Oficial Fantàstic Competición), la historia, según nos explica West, de "una joven que quiere una vida distinta a la que le ha tocado y hará lo que sea para conseguirla". Su mezcla de temática 'slasher', o de cuchilladas, con estilo de melodrama de los cincuenta ha cautivado al citado Scorsese, quien ha descrito la película como "salvaje, fascinante y profundamente –pero profundamente– perturbadora".

Para expandir el universo, West ha encontrado a una colaboradora ideal en Goth. "Durante el rodaje de 'X' habíamos trabajado codo a codo en la creación de Pearl. En aquella primera película no aprendías mucho de ella; era la villana misteriosa. Pero Mia necesitaba saber de su pasado para saber a quién interpretaba, así que poco a poco fuimos dando forma al personaje. Sin esas conversaciones Pearl no sería quién es, de modo que solo era natural que Mia se sumara como guionista a la segunda película". Pronto habrá una tercera, 'MaXXXine', secuela directa de 'X'.

El valor del márketing

La Era Dorada de Hollywood no es el espacio referencial más habitual en West. Su revelación a nivel crítico, 'La casa del diablo', de 2009, era como 'X' un poco velado homenaje a sabores del cine de terror de los setenta: "Pensaba en cosas que me gustaban y que hacía tiempo que no veía, como esas historias sobre 'babysitters', alguna amenaza satánica, etcétera". Los aromas de 'La semilla del diablo' o, mirando aún más atrás en el tiempo, '¡Suspense!' reaparecieron en 'Los huéspedes', primera en una hilera de (notables) películas que no tuvieron la repercusión merecida. "La única forma de tener un éxito, digamos, 'mainstream' es que se gasten dinero en ti. Hay que gastar en publicidad. Aquellas películas eran pequeñas y no contaron, como 'X', con el apoyo de una distribuidora como A24, que puede gastar una cantidad decente de dinero en márketing y anuncios. Pero no estaría aquí sin el apoyo que me dieron antes los críticos y los fans".

Director de series y a mucha honra

Tras abrazar el wéstern en 'El valle de la venganza', West se concentró durante seis años (2015-2021) en dirigir televisión episódica, casi siempre de género fantástico. ¿Fue por necesidad o también, e incluso más, por el placer de trabajar como un viejo artesano e ir cambiando de desafío? "Disfruté mucho y seguiré haciendo tele", afirma con rotundidad. "Hay algo muy emocionante en colarse en una serie ajena casi de un día para otro y ayudar a conseguir lo que sea que están buscando. Además, aprendes una barbaridad. Después de hacer quince episodios en cinco años, no existe un solo aparato cinematográfico que no conozca".

De esa decena y media de capítulos, se queda, sobre todo, con su aportación a la serie de ciencia ficción poética 'Historias del bucle': "Con mi aportación y con la serie en general. Su 'showrunner', Nathaniel Halpern, tiene un gran talento y escribió cada episodio. Los guiones eran buenísimos, igual que el reparto. Mucha más gente debería haberla visto".