El turismo enológico es el tipo de viaje por el que más apuestan los españoles al realizar escapadas por nuestro territorio nacional. Las tierras peninsulares tienen características únicas, que hacen que muchas de sus producciones de vinos tengan una gran calidad garantizada con diversas denominaciones de origen. Todas ellas son diferentes, aunque coinciden en los tipos de uvas más comunes: la albariño y la tempranillo. El turismo va de la mano de la gastronomía en numerosas ocasiones, y lo mismo ocurre con la enología cuando quien viaja es amante del buen vino. Estos son los mejores destinos españoles para mezclar bodegas de ensueño, catas intensas y los rincones más bellos del turismo nacional.

Cádiz

Cualquier viajero al que le guste el vino tiene que recorrer alguna vez las bodegas de Cádiz, pues es en esta provincia donde, además, contamos con una de las denominaciones de origen más antiguas del país: la del vino de Jerez. Algunas de las mejores bodegas para catar los vinos gaditanos son las de Osborne, las de Tío Pepe o las de Barbadillo. La bodega de Barbadillo ha cumplido ya los dos siglos, y la de Osborne procede nada menos que del siglo XVIII. Las de Tío Pepe, por su parte, constituyen un clásico del vino de Jerez. Y mientras disfrutamos de las catas de vino, tendremos la posibilidad de hacer visitas culturales que nos muestren la espectacular belleza de Cádiz, como el castillo de Santa Catalina, la playa de La Caleta, la Catedral o el Parque Genovés.

Tomelloso

Tomelloso se encuentra en Castilla-La Mancha, en Ciudad Real. Es uno de los lugares de nuestro país con mejores vinos para degustar, y el Día Mundial del Enoturismo, que se celebra el 8 de noviembre, hay visita de puertas abiertas de las bodegas del municipio. Además, este lugar puede presumir de tener la cooperativa vinícola más grande de Europa. Entre sus bodegas más importantes encontramos la Casa de las Pueblas, la Virgen de las Viñas o Casaquemada. Virgen de las Viñas es una bodega que se fundó en 1961, por lo que cuenta ya con una larga historia de elaboración de productos de su tierra, lo que ha resultado en un reconocimiento mundial. La bodega de Casa de las Pueblas forma parte de una sociedad familiar, con viñedos de más de 20 años donde está muy presente la uva tempranillo. Casaquemada, por su parte, va más allá de los vinos de sabor insuperable, ya que su entorno es espectacular, pues se encuentra a la entrada del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.

Villuercas

Villuercas se encuentra en Cáceres. Allí, además de llevar a cabo algunas visitas que merecen mucho la pena, como la del Arco del Tinte o el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1993, de nuevo nos encontramos con una localidad en la que las bodegas tienen mucha historia que contar. Una de las más destacables es El Carabal, que está situada en un entorno natural excepcional. Otra bodega interesante y con vinos de sabor muy intenso es la de Agapito Rubio, en el corazón de la sierra de las Villuercas y rodeada de dehesas impresionantes.

Leiro

Leiro, en Orense, se enmarca en la comarca del Ribero. Cuenta con vinos marcados por su alta calidad y enorme prestigio comercial, lo que ha llevado a que muchos de ellos cuenten con certificado de denominación de origen. Algunas de las bodegas más interesantes de visitar son las de Viña Mein, donde además de visitar a un entorno natural sin igual y catar de sus mejores vinos, podremos alojarnos en su casa rural, o la de Coto do Gomariz, una de las bodegas de mayor renombre en O Ribeiro.

Haro

Finalmente, no podíamos hablar de las mejores escapadas de turismo enológico sin mencionar un municipio de La Rioja, cuyos vinos se exportan internacionalmente y cuya denominación de origen tiene un prestigio mundial. Y una de las visitas imprescindibles, donde lo cultural y lo enológico van de la mano, es el Barrio de las Bodegas de Haro. No podemos olvidar incluir las de Ramón Bilbao, abiertas desde el siglo XIX y con un reconocido trabajo en la red colaborativa vinicultora. O, por supuesto, las Bodegas La Rioja Alta, que incluyen platos tradicionales del lugar en sus catas. Viajar es siempre una experiencia maravillosa y más al lado de quienes más queremos. Pero lo es mucho más si lo acompañamos de una estupenda cata de exquisitos vinos por las diferentes regiones de nuestro país, conociendo las mejores bodegas.