Vamos a dar una serie de claves para poner ante nuestros invitados una mesa con estilo. Comenzaremos proporcionando trucos para elegir el menú, así como distintas ideas que puedan servir de inspiración. Además, y como la decoración es esencial, vamos a explicar cómo utilizarla para proporcionar una auténtica experiencia gastronómica. Para ello hemos seleccionado aquellos trucos, consejos e ideas que mejor se puedan adaptar a una elegante cena invernal. Por ello, ahora que se acerca diciembre, proponemos a nuestros lectores que se atrevan a hacer las combinaciones que más les gusten para las cenas de la que, sin duda, será nuestra Navidad más especial.

Primero, la elección del menú

Confeccionar un menú puede resultar sencillo, pero nunca llueve a gusto de todos. De manera que necesitaremos tener en cuenta las preferencias de nuestros invitados, así como sus alérgenos o alimentos prohibidos. Para acertar la mejor opción es elaborar múltiples platos pequeños, de forma que haya más variedad. Por tanto, cambiaremos la tradicional fórmula de entrante, primer plato, segundo plato y postre por una selección de recetas sencillas, con no muchas especias y en pequeñas porciones. Cuando tengamos el menú confeccionado, haremos la lista de la compra. Nuestra recomendación es adquirir los alimentos poco antes de la cena, en la medida de lo posible, para que no pierdan calidad.

Los entrantes

Esta puede ser la parte más delicada, pues es el primer contacto que tiene el comensal con nuestra cocina. Los canapés pueden ser una opción ideal, ya que podemos crear distintos tipos. Por ejemplo, podemos rellenarlos con cóctel de gambas, pollo braseado y lechuga, salmón y aguacate o incluso queso y mermelada. ¡El resultado será impresionante!

Primeros y segundos

Como hemos avanzado antes, la mejor opción es cambiar dos platos de gran formato por cuatro o cinco de menor tamaño. Podemos recurrir a los ingredientes con los que elaboramos los canapés para simplificar el trabajo. De este modo, pequeños platos de pescado y carne, acompañados por verduras o arroz, serán la elección idónea.

Postre

¡A todo el mundo le gusta el postre! Sin embargo, no debemos caer en el cliché de relacionar postre con chocolate, ya que puede no ser del agrado de todos. Durante el verano nuestro menú podría terminar con una macedonia con yogur, pero al ser invierno optaremos por postres calientes: coulants, bizcochos, etcétera.

La decoración, mucho más que un complemento

Claro está que lo más importante de una cena con familia o amigos es la compañía

y, después, el menú. Sin embargo, todos estaremos de acuerdo en que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Cuidar hasta el último detalle hará que nuestros invitados sientan que la velada ha sido inolvidable.

La vajilla

La vajilla es nuestra mejor aliada para conquistar a los comensales. Ha llegado el momento de sacar esas piezas que permanecen expuestas en el aparador del salón y, por supuesto, acompañarlas con buenas servilletas de tela para dar un toque elegante a la mesa.

La decoración

La decoración en sí es un tema complejo, ya que todo dependerá de los gustos. Por ejemplo, un centro floral es una buena opción en cualquier época del año, teniendo siempre en cuenta el utilizar una gama cromática adecuada a la estación del año. Las velas también son una buena idea, pero descartaremos aquellas que sean aromáticas.

El mantel

En cuanto al mantel, siempre tiene que estar planchado y perfectamente colocado. En este sentido, debe colgar de la mesa unos 50 centímetros, no más. Si queremos, podemos incluso doblar las servilletas a modo de flor de lis y colocarlas encima de cada plato.

La cubertería

¿Y qué hay de los cubiertos? Si la ocasión es formal, los colocaremos de forma protocolaria: tenedores a la izquierda del plato, cucharas y cuchillo a la derecha; copas para agua y vino a la derecha, en diagonal y, debajo de estas, la servilleta. Si no es el caso podemos simplificar la distribución, pero guardando siempre un cierto orden.

Otros elementos

Por último, podemos disponer otros complementos como tapetes debajo de cada plato, cuencos con adornos artesanos o incluso pequeñas luces que den un toque mágico a la velada. Siempre atendiendo al resto de la decoración y elementos utilizados.

En definitiva, elegir el menú adecuado y adornar la mesa de un modo elegante son claves para disfrutar de un banquete a la altura de las mejores ocasiones. Solo queda escoger una música suave, preparar la lista de invitados y asegurarse de que todo el mundo se sienta a gusto. ¡Ser el mejor anfitrión nunca fue tan fácil!