Si eres de los que le dan mil vueltas y no consiguen organizar un menú semanal y de lunes a viernes no tienes tiempo para cocinar, sin duda tienes que descubrir la propuesta que te traemos hoy: el batch cooking. Organizar tus comidas semanales de esta forma es el remedio ideal y sana para comer bien y conseguir elaborar un menú para toda la semana que puedes preparar en solo una tarde. Si conoces el concepto realfooding (la comida real) que tanto suena últimamente, un estilo de alimentación que se basa en algo sencillo, te gustará el batch cooking (o cocinar una vez a la semana). Ya que estos dos modos de entender la alimentación y la nutrición sana están muy ligados y han triunfado en las redes sociales. Además, esta planificación te dejará tiempo para preparar otras recetas de repostería a lo largo de la semana.

¿Qué es el batch cooking?

Este anglicismo engloba un concepto nutricional que significa literalmente “cocinar por lotes” y que da nombre al hecho de planificar nuestro menú semanal preparando todas las comidas en un único día. El batch cooking tiene como objetivo principal facilitar que ese hábito saludable, que ya practicaban nuestras abuelas, como es comer comida cocinada con alimentos naturales y huyendo de los ultraprocesados, sea más sencillo. El batch cooking tiene dos claves: planificar la semana y cocinar todas las recetas en unas horas. Esta planificación permite huir de las comidas de última hora en las que caemos por falta de tiempo, y hacer una planificación saludable y variada para todas las comidas del día. Con esta organización ahorrarás tiempo, conseguirás quitarte de encima la alergia que te provoca la cocina y desperdiciarás menos alimentos porque solo tendrás que comprar lo que vas a cocinar. Además de todas estas ventajas, este hábito le gustará también a tu bolsillo, ya que también te permite ahorrar en el consumo eléctrico y esto implica también un beneficio para el medioambiente al ahorrar energía.

Además, esta opción es especialmente útil para llevar la comida a la oficina.

¿Qué necesitas para hacer batch cooking?

La conservación y almacenaje de los alimentos es una de las claves más importantes a la hora de planificar tu menú semanal. Los alimentos deben conservarse en envases bien cerrados y es preferible que sean herméticos y de cristal. También es aconsejable el uso de botes para almacenar salsas y tuppers o fiambreras para los platos principales o las bases. Para las cremas y caldos podemos utilizar tarros herméticos. Así lograremos que nuestros alimentos se conserven en buen estado durante toda la semana.

Contar con recipientes y tuppers que se dividan en compartimentos en los que se puede guardar un plato completo, también es una buena opción. Así, al calentarlos en el microondas lo harás todo de una vez y tendrás con una comida completa en un solo envase.

¿Cómo diseñar un menú batch cooking ?

Es muy importante que decidas y marques en tu calendario el día que vas a dedicarte a cocinar tu menú semanal, sabiendo que te llevará más o menos un par de horas prepararlo todo. El segundo paso es diseñar el menú semanal. Para hacer esta planificación hay que tener en cuenta varias cosas:

Aprovechar todos los ingredientes

La premisa principal del batch cooking, a parte de liberarte de cocinar durante la semana, es aprovechar los ingredientes y cocciones de un plato en otro. Para conseguir este objetivo, lo ideal es elegir una o dos carnes de calidad, uno par de mariscos o pescados, uno o dos cereales y varios vegetales que podamos utilizar para diversos platos. También podemos echar mano de una legumbre seca o en conserva para añadir a nuestros platos semanales de forma sencilla. Lo que debes tener en cuenta siempre es que será más fácil y barato trabajar con productos de temporada, así que apúntatelos cuando prepares el menú y la lista de la compra.

Congelar en porciones

Siempre que te sea posible, trata de congelar en porciones, ya que es mucho más eficiente y seguro. Si preparas por ejemplo un caldo, divídelo en varios envases pequeños y así cada día que toque caldo en tu menú solo tendrás que coger uno de estos tuppers y descongelarlo. Aprovecha este truco y tenlo en cuenta a la hora de hacerte con suficientes envases pequeños.

Conservación y congelación

Has de saber que la mayoría de los alimentos y platos son susceptibles de ser congelados, por lo que suele ser una muy buena opción para su conservación. En el momento de sacarlos del congelador, simplemente ponlos en la nevera con antelación o, incluso, directamente en la sartén (hamburguesas, arroz…) o en la olla a fuego lento (sopas, guisos, cremas…).

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Hay ciertos tipos de alimentos, como la lechuga o los canónigos y algunas salsas emulsionadas, que no se pueden congelar. Así que en estos casos es mejor guardarlas en la nevera en un recipiente bien cerrado y organizarte para consumirlos primero.

Pero, mucho ojo, generalmente no se recomienda consumir un alimento refrigerado que lleve más de 3 días en el frigorífico. Aunque algunos productos como la quinoa, el guacamole o las verduras asadas suelen aguantar bien 4 o 5 días. También se conservan bien el hummus, las vinagretas, las cremas de verduras o las ensaladas sin aliñar y pueden resistir una semana sin problema.