Una de las cosas más odiosas cuando nos ponemos a los fogones es que la comida se pegue a la sartén. Este inconveniente, el que la sartén se pegue, puede estropear a hasta la mejor receta y provocar un caos en la cocina que luego será muy difícil de limpiar. El paso del tiempo y el uso son la principal causa de que las sartenes vayan perdiendo sus propiedades antiadherentes y, al final, los alimentos se pegan al ser cocinados. Pero no te preocupes, existen varios trucos de cocina de los que puedes echar mano para evitar que los alimentos se peguen a la sartén.

Para conseguir que la comida no se pegue a la sartén, hay una serie de trucos a la hora de cocinar, limpiar o almacenar tus utensilios de cocina. Olvídate ya de esa tortilla que se rompe porque se ha pegado o a ese arroz ennegrecido porque el fondo del mismo está incrustado en la sartén.

El truco de cocina definitivo para evitar que los alimentos se peguen

Pon en la sartén o la cacerola un puñado pequeño de sal gorda y ponla a calentar a fuego lento. Lo siguiente es dejarla reposar unos cinco minutos. Para terminar, retira la sal con papel absorbente. Verás como tus sartenes recuperan su adherencia y los alimentos dejan de pegarse.

Aceite de oliva para evitar que los alimentos se peguen

Aplica unas gotas de aceite de oliva y deja que se caliente un poco antes de echar los alimentos en la sartén o en la cacerola.

Mantequilla para evitar que los alimentos se peguen

Un taquito de mantequilla será suficiente para engrasar el fondo de tu sartén o tu cacerola y evitar así que los alimentos se peguen mientras los cocinas.

Utiliza accesorios de madera, plástico o silicona para evitar que los alimentos se peguen

Destierra de tu cocina los cucharones o espumaderas metálicas para cocinar. Este material hace que se levante la capa antiadherente que tienen las cacerolas y las sartenes para evitar que los alimentos se peguen.

TRUCOS DE COCINA | Sartén: consejos para evitar que los alimentos se peguen Pixabay

No uses estropajos

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Limpia tus sartenes o cacerolas con esponjas y evita los estropajos. Estos últimos, hacen que las sartenes y las cacerolas pierdan su material antiadherente.