La bechamel es, posiblemente, una de las salsas más famosas y conocidas en la gastronomía de todo el mundo, aunque su origen se atribuye a la cocina francesa e italiana. La bechamel es el elemento más básico para hacer lasaña, croquetas, canelones, mejillones rellenos, musaka, pechugas a la Villaroy o para acompañar las espinacas.

Aunque la elaboración de la bechamel parezca a priori muy sencilla, hacer una buena bechamel para croquetas o lasaña y que quede sin grumos no es tarea fácil. Sin embargo, si sigues estos consejos conseguirás una bechamel para lasaña perfecta que hará que más de uno se chupe los dedos con tus recetas.

En esta ocasión te enseñamos cómo hacer una bechamel para croquetas o lasaña clásica, partiendo de una base de harina y grasa, añadiendo leche y especiándola con nuez moscada y pimienta.

Cómo hacer bechamel para croquetas o lasaña

Bechamel para lasaña: ingredientes

  • 3 cucharadas de harina
  • 300 ml. de leche (o en su defecto de nata líquida para cocinar)
  • 50 gr. de mantequilla
  • Nuez moscada
  • Pimienta negra

Bechamel para lasaña: la receta paso a paso

  1. Para hacer una bechamel para croquetas o lasaña clásica hay que empezar por preparar una Roux, es decir, una salsa a base de harina y grasa.
  2. Para que esta base quede perfecta ponemos primero la leche a calentar en un cazo, pero sin que llegue a hervir. De esta manera aceleraremos el proceso de elaboración de la salsa.
  3. Además, antes de empezar a cocinar es importante que tamicemos la harina con un colador para evitar los temidos grumos.
  4. Después comenzamos a hacer la bechamel derritiendo la mantequilla a fuego medio en un cazo.
  5. Cuando esté líquida añadimos las tres cucharadas de harina ya tamizadas.
  6. Cocinamos sin dejar de remover hasta que la salsa comience a burbujear pero sin llegar a quemarse. Este es paso importante porque si bechamel está demasiado cruda sabrá mucho a harina.
  7. En ese momento, antes de que la roux adquiera un color tostado, añadimos la leche templada sin dejar de remover. Este paso será más sencillo si mezclamos la salsa con varillas.
  8. Por último, solo tendremos que aromatizar la bechamel al gusto con pimienta negra molida y un poco de nuez moscada y seguir removiendo de manera continua a fuego bajo hasta que la bechamel adquiera la consistencia y el espesor espesados.