Es muy posible que hayas probado alguna vez la salsa holandesa y, sin embargo, no la reconozcas por su nombre. Pero si te decimos que la salsa holandesa es uno de los ingredientes principales de los huevos Benedict, seguramente ya sepas de lo que estamos hablando. La salsa holandesa es una emulsión de mantequilla, zumo de limón y yemas de huevo y combina perfectamente en muchas recetas, sobre todo las de los brunch. ¿Quieres aprender cómo hacer una salsa holandesa casera perfecta? Pues toma nota.

Aunque su nombre pueda confundirnos, la receta de salsa holandesa tiene su origen en la gastronomía francesa y, aunque no entraña demasiada dificultad, requiere de seguir un sencillo truco y algo de experiencia para que no se nos corte, como la mayonesa. Además, es perfecta para aderezar diferentes platos de pescado, huevos, verduras o, incluso, ensaladas.

Lo primero que debes saber antes de preparar una salsa holandesa casera es que se debe consumir caliente y recién hecha para que la mantequilla no se solidifique y mantenga su textura.

Receta de salsa holandesa casera: ingredientes

  • 300 g de mantequilla
  • 100 g de yema de huevo (3 yemas más o menos)
  • Zumo de medio limón grande
  • Sal

Cómo hacer salsa holandesa paso a paso

  1. En primer lugar debemos clarificar la mantequilla. Para ello pon la mantequilla en un cazo y derrítela a fuego lento sin que llegue a hervir (ten en cuenta que no debes removerla).
  2. Cuando la mantequilla se haya fundido debemos dejarla reposar durante más o menos media hora, hasta ver que la grasa se queda flotando sobre la superficie.
  3. Retiramos la espuma de la superficie con la ayuda de un colador.
  4. El siguiente paso será batir las yemas de huevo junto con el zumo de limón, la sal y la pimienta. Debes montar las yemas con la ayuda de un batidor de varillas, sin parar de batir de forma suave y constante para que no se corte.
  5. En un bol echamos las yemas, el zumo de limón, sal y pimienta, y este bol lo introducimos en otro más grande con agua caliente alrededor de 55º C para hacerlo al baño María.
  6. Con todo preparado, comenzamos a montar las yemas con un batidor de varillas, sin dejar nunca de batir, de forma suave y constante.
  7. Cuando las yemas empiecen a montar (las verás espumosas y con el doble de volumen), añadiremos poco a poco la mantequilla clarificada que hemos reservado, con cuidado de evitar el suero que queda en el fondo. Todo ello sin dejar de batir hasta conseguir una crema suave.
  8. Y, ¡listo! Ya tenemos preparada nuestra salsa holandesa casera para disfrutarla con el plato que quieras.