Todo empezó en un viaje a Los Ángeles. Miguel y Carolina, en ese momento novios, viajaron hasta California en 2019 y, a partir de la experiencia vivida allí quisieron traer la esencia de las hamburguesas a España, romper con la visión de burger gourmet, en la que más es mejor: mucha carne, quesos raros y salsas con demasiadas florituras….
“Queríamos traer a nuestra ciudad la experiencia de poder comer una auténtica smashburger californiana, al estilo años 60. Una burger simple, con acompañantes sencillos pero todo natural y fresco”. Lo que describen como ‘fast Quality food’ comida rápida, sencilla y de calidad, pero que te apetecerá volver a probar una y otra vez.
Tanto es así que en menos de un año volvieron a Los Ángeles para perfeccionar el concepto. “Cuando volvimos a casa, la cuarentena nos encerró. Lejos de desanimarnos nos pusimos a hacer pruebas como locos. Probamos, diferentes cortes de carne, quesos, panes… por no hablar de las patatas. Hemos probado tantas variedades de patatas, aceites y cocciones que podríamos ofrecer un máster sobre ello. Teníamos claro que no íbamos a usar patata congelada”.
En junio de 2021 abrieron las puertas de su primer local, Redline Burger, y desde el primer momento han tenido una gran acogida. “Nuestra intención siempre ha sido tener una carta reducida pero ofrecer comida rica y de calidad acompañada de un gran servicio. Dentro de nuestro ADN están las ganas de innovar y de probar cosas nuevas, pero siempre con nuestra esencia. Eso es lo que nos hace únicos y diferentes en un sector tan competitivo y en alza”.
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