Ensalada de garbanzos veraniega al estilo griego

Te contamos una propuesta original para que sigas comiendo legumbres en los días de calor siguiendo la dieta mediterránea

Azucena Mendieta Delgado

Azucena Mendieta Delgado

Con las altas temperaturas solo apetece comer alimentos que refresquen, potajes, caldos y hervidos son una fuente de nutrientes necesaria por las legumbres que contienen, pero hay muchas más maneras de consumirlas. Hoy te contamos una receta de ensalada de garbanzos veraniega al estilo griego perfecta para seguir una dieta mediterránea.

Las legumbres son proteínas vegetales que nos aportan mucha fibra, mejorando el funcionamiento de nuestro intestino, por ello es necesario seguir aprovechando sus beneficios durante el verano, ya sea en formato ensalada o utilizándose como base de un humus de garbanzos o lentejas o una hamburguesa vegetal.

Para la receta de esta ensalada de garbanzos veraniega ideal para estos días calurosos necesitaremos un bote de garbanzos cocidos o bien podemos cocerlos nosotros mismos después de haberlos dejado en remojo. Esta receta se puede cambiar por otra legumbre como la alubia, la lenteja, o una mezcla de todas. 

Ingredientes de la receta de ensalada de garbanzos veraniega al estilo griego:

  • Garbanzos (u otra legumbre)
  • Cebolla (puede ser blanca o morada)
  • Pepino
  • Tomate (elige la variedad que más te guste)
  • Queso feta
  • Aceitunas de kalamata
  • Aceite oliva virgen extra
  • Orégano 
  • Sal al gusto

¿Cómo se prepara?

Primero cortamos la cebolla en juliana, si escogemos la cebolla morada obtendremos un sabor más dulce. Después se corta en dados el pepino y el tomate, para esta receta se suele utilizar la variedad de tomate cherry, pero otros como el tomate rama, corazón de buey o kumata son muy buenos aliados para potenciar el sabor de esta ensalada. Si quieres puedes atreverte a mezclar varios tipos.

Después de enjuagar los garbanzos, ponlos en un bol para ensalada y añade todas las verduras que hemos partido antes, a esta base se le añade un puñado de orégano y unas cuantas aceitunas de kalamata (una variedad de aceituna de mesa de origen griego y de color oscuro). Para rematar la receta un chorro de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal al gusto. Hay que removerla muy bien para que todos los sabores se mezclen. Cuanto más pequeños sean los trozos, más variedad de sabores podremos probar en cada bocado. No hace falta refrigerar y se recomienda comerla nada más prepararla.

Puedes añadirle aguacate u otro aliño especial hecho con ajo picado y perejil fresco. No te olvides del chorro de limón al final de la receta.

Esta opción es muy nutritiva por todos los alimentos que contiene, está llena de grasas saludables para nuestro organismo, no engorda y además es muy saciante.