Ahora que llegan las comidas y las cenas de verano, es el momento de que sorprendas a tus comensales con algún plato especial. En nuestra sección de Gastronomía podrás encontrar muchas recetas ideales para estos meses estivales, pero ahora lo que te traemos es una preparación especial para tus postres.

Y es que no hay nada mejor que poner al final de la comida un rico helado para refrescaros. Si haces tú el helado o bien lo compras hecho puedes intentar presentarlo de una forma diferente y que a buen seguro sorprenderá a tus invitados: la quenelle.

Quenelle es la manera de presentar distintos alimentos que se caracteriza por tener una forma redondeada y alargada. Si lo quieres visualizar mejor puedes pensar en la forma de una croqueta o de una pelota de rugby. El origen de esta palabra está en la cocina francesa, ya que quenelle es una especie de albóndiga típica de la zona de Lyon.

La quenelle puede usarse para presentar alimentos fríos y calientes de todo tipo como patés, quesos, cremas… y lo más utilizado, y a buen seguro has visto, en pastelería y confitería.

Quenelle con helado

Para presentar tu helado de una forma original puedes usar esta quenelle. No te llevará mucho tiempo y es muy muy fácil, simplemente se trata de practicar un poco y conseguirás esa forma tan característica.

En primer lugar debes hacerte con una cuchara grande o pequeña, dependiendo del tamaño de la quenelle que quieras conseguir. En un vaso coloca agua templada e introduce la cuchara dentro. Con esto conseguirás que meter la cuchara en el helado y darle la forma sea más fácil ya que se deslizará suavemente. Si el helado no está completamente congelado también será más fácil conseguir esta forma.

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Hay muchas formas de darle forma a la quenelle pero creemos que la más sencilla es introduciendo la cuchara en el helado de forma recta, arrastrando bien y finalmente girar hacia el borde. Verás como ya tiene esa forma alargada característica de la quenelle. Cuando la coloques sobre el plato finaliza el movimiento con la cuchara hacia la punta del helado. Así lograrás que se desprenda con mayor facilidad y le dará el toque alargado que tan bonito queda.

Puedes acompañar este postre con una base de frutos secos o de vainilla y encima colocar tu quenelle. Para adornar puedes colocar decantarte por alguna fruta de temporada. No puede ser más sencillo y sorprenderás este verano a tus invitados a tu mesa.