Si todavía no has probado las semillas de chía ya estás tardando. Este rico alimento originario de México está formado por unas semilla muy muy pequeñas de color chocolate y con un sabor que te recordará a la nuez.

Si incluyes la chía en tu alimentación añadirás un alimento rico en fibra, por lo que ayudarás a mejorar tu tránsito intestinal y a reducir el colesterol. Como muchos alimentos ricos en fibra es muy saciantes y es rico en antioxidantes, hierro y calcio.

Puedes incorporar la chía en numerosos platos como bizcochos o magdalenas, si las trituras puedes añadirlas a una ensalada y también como pudin, que es la receta de la que vamos a hablarte aquí. Y es que esta rica receta te servirá de postre, de desayuno o cena, si eres de los que no les gusta comer mucho por la noche. Aunque no lo creas, podrás encontrar esta semilla en cualquier supermercado de nuestro país.

Además de todos los beneficios que te hemos contado anteriormente, vamos a añadir otro: es muy rápido de preparar. Apenas te llevará cinco minutos tener listo tu pudin de chía y además puedes elegir los ingredientes que más te gusten para elaborarlo.

Ingredientes para el pudin de chía

  • 250 ml de tu leche vegetal favorita (de almendras, de coco, de arroz…)
  • 3 cucharadas de semillas de chía
  • Canela molida o extracto de vainilla
  • 1 cucharada de tu edulcorante líquido favorito (sirope de ágave, sirope de arce…)
  • Fruta (opcional)

Preparación del pudin de chía

Antes de empezar a elaborar esta receta te recomendamos que te hagas con unos vasos o tarros con tapa. Así conseguirás porciones individuales que te serán muy prácticas y fáciles de guardar en tu nevera. 

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Este pudin puedes prepararlo todo junto en un recipiente o en los vasitos individuales. Ahora sí vamos con la elaboración

  1. Mezcla la leche vegetal con el edulcorante y la canela o el extracto de vainilla y remueve
  2. Cuando lo tengas todo bien integrado es el momento de añadir las semillas. 
  3. Vierte en los vasitos la mezcla y remueve bien. Ponles la tapa y mételos en la nevera. Lo ideal es que estén allí toda la noche para que las semillas absorban bien todo el líquido.
  4. Pasado este tiempo remueve la mezcla para que todo se integre bien.
  5. Es hora de añadir los toppings de fruta. Puedes optar por fresas, frambuesas, arándanos o melocotón, por ejemplo.