Conocer si una sandía está madura y lista para comer, pasada o cosechada antes de tiempo y madurada en cámara parece conocimiento innato de padres y abuelos. Sin embargo, saber si una sandía está en su punto es mucho más fácil de lo que parece si atendemos a una clave importante: el sonido, el color y el peso.

La sandía es una de las opciones más sanas y refrescantes del verano, una fruta que nos proporciona, además de sus vitaminas y minerales, una gran hidratación y cualidades importantes durante la época estival, como la de proteger nuestra piel y la digestión (gracias a su gran cantidad de agua). Sin embargo, la mala elección de una sandía o escoger una fruta que haya sido madurada en cámara (y que resulte insípida) puede amargarnos una agradable tarde de verano... descubre cómo escoger la sandía perfecta mediante tres sencillos pasos:

El sonido

Quizá sea el truco más utilizado a la hora de elegir una sandía: dar unos golpecitos a la pieza con la yema de los dedos o la palma de la mano. Esto se hace para conocer el nivel de maduración: si suena "hueco" y con una ligera resonancia significa que tiene una gran cantidad de agua, por lo que está en un momento bueno de su maduración.

El peso de la sandía en relación al tamaño de la pieza nos da pistas sobre su maduración.

El peso

Sopesa la sandía con las manos para elegir una sandía: si al cogerla parece pesar más en relación a su tamaño significa que contiene una gran cantidad de agua, por lo que también estará lo suficientemente madura.

El color de la sandía, una de las grandes pistas para saber si está en su punto.

El color

Quizá no eres del todo bueno/a sopesando o "escuchando" sandías, pero no pasa nada; también puedes averiguar si está madura gracias al color de su cáscara. Todas las sandías tienen una mancha justamente en el lugar donde la fruta estaba apoyada sobre el suelo durante su crecimiento en la planta (por lo que esta zona de su piel no ha tenido contacto con el sol, como el resto de la cáscara). Si la sandía está madura, la mancha será de color amarillento. En cambio, si es blanca o tirando a verde, significa que ha madurado en cámara y se cortó de la planta antes de tiempo (por lo que estará insípida). Si la mancha es anaranjada la sandía empezará a estar demasiado madura o "pasada".