Cuando parece que ya nada en el mundo de la cocina nos sorprende, siempre surge alguna idea que nos hace despertar hacia nuevos sabores y texturas. Es así como, de alimentos sencillos y que, aparentemente, tienen un uso básico, podemos sacar un aprovechamiento extra, haciendo que nuestros platos brillen y abandonen la rutina, algo que agradece nuestro paladar.
Estamos hablando de la cebolla crujiente, una receta muy versátil que resulta ideal para acompañar perritos, hamburguesas, ensaladas o como acompañamiento para cualquier tipo de carne o pescado. Aunque ya la puedes encontrar envasada en cualquier supermercado, es mucho mejor hacerla en casa. Los pasos son muy sencillos y te quedará espectacular. ¿Te animas a probarla?
Cebolla frita crujiente: 3 ingredientes y un microondas
Para realizar esta deliciosa receta, que te va a servir como acompañamiento a cualquier plato principal o, incluso, como aperitivo, solo vas a necesitar menos de 20 minutos. Es apta para todo tipo de cocinillas, incluso para los menos expertos, y el resultado es fabuloso. Así que difícilmente te saldrá mal.
Los ingredientes que vamos a necesitar para hacer cebolla crujiente en el microondas son:
- 3 cebollas, mejor si son chalotas, ya que tienen un aroma especial y un sabor más dulce.
- 125 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
- Una pizca de sal
Además, necesitarás un microondas y un recipiente apto para él.
Receta paso a paso
- Cortamos la cebolla o chalota en tiras o láminas. Tener en cuenta que cuanto más fina la cortemos, más rápida se cocinará.
- Colocar la cebolla cortada en un recipiente apto para microondas y mezclar con las manos, con el fin de separar bien los trozos de cebolla.
- Rociar con el aceite y volver a mover, para que la cebolla quede bien empapada.
- Meter en el microondas y calentar, a máxima potencia, durante cuatro minutos.
- Sacar el recipiente, con cuidado para no quemarse, y comprobar el estado, dar unas vueltas y volver a introducir en el microondas. Esta vez durante dos minutos.
- Repite cada dos minutos y ve comprobando cómo está. La cebolla debe quedar dorada y crujiente. Los tiempos son estimativos, pero dependerá de la potencia del horno.
- Cuando veamos que está en su punto, sacar y colocar sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Salar al gusto.
¿Te animas a probar esta sencilla receta y que va a dar un toque extra de sabor a tus platos?