Las gambas y, en general, el marisco son uno de los productos protagonistas en todas las celebraciones, sobre todo en Navidad. Y, aunque casi todo el mundo tiene claro cómo pelar una gamba o un langostino, a la hora de prepararlo no todo el mundo tiene claro como limpiarlo.

Y es que para preparar marisco en cualquiera de sus recetas, es fundamental saber cómo limpiarlo para no encontrarse arena o sabores desagradables en la boca al degustarlo. La limpieza es esencial en la elaboración de cualquier receta de pescado, marisco o, en este caso, gambas. Y si hay un chef que entiende de gambas ese es, sin lugar a dudas, el reconocido y premiado cocinero Quique Dacosta.

El chef de Dénia, con tres estrellas Michelin, es especialista en la gamba roja, un manjar del Mediterráneo tan apreciado como elevado su precio, y ha decidido mostrar al resto de mortales cómo limpiar y quitar los intestinos a una gamba. También conocido como ese "hilito" negro que recorre estos crustáceos desde la cola hasta la cabeza y que puede contener algún granito de arena o provocar un sabor desagradable al comerlo.

Quique Dacosta ha enseñado en su cuenta de Instagram el truco definitivo para limpiar una gamba correctamente sin pelarla ni abrirla o, como él mismo dice, "sin tocar la carne y mimando el producto". Aunque aclara que es importante no hacerlo para la gamba hervida de agua de mar, ya que, según explica, "por ese mínimo orificio perderíamos jugos que se irían al agua de mar por la temperatura de la cocción y queremos todo esos jugos dentro de la gamba y no en el agua".

El truco de Quique Dacosta para quitar los intestinos a una gamba

Para llevar a cabo esta limpieza de la gamba "sin morir en el intento", soplo necesitamos un palillo. Con la ayuda de este instrumento, tal y como podemos ver en el vídeo, debemos buscar un hueco entre la cabeza y la cola por el cual podemos ver el "hilo negro".

Cuando lo tengamos localizado, debemos pinchar con el palillo junto a él y, con mucho cuidado, pasar la punta del palillo por debajo. Es en ese momento cuando deberemos tirar del intestino hacia fuera muy lentamente. Por lo que parece, este truco requiere algo de precisión y, sobre todo, paciencia. Pero con él podrás disfrutar del sabor puro de la gamba sin sorpresas desagradables.